viernes, 30 de noviembre de 2012

El Concilio de Trento censuró a Miguel Ángel

La restauración de los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina del Vaticano permitió descubrir elementos pictóricos originales del artista que estaban ocultos debido a rehabilitaciones y a censuras posteriores, explicó ayer su restaurador, Gianluigi Colalucci.

La mano de Adán, por ejemplo, no era la originalmente pintada por Miguel Ángel, sino que correspondía a otro pintor que dibujó el famoso dedo del primer hombre que trata de unirse al de Dios, después de producirse una fractura en la bóveda de la capilla, señaló Colalucci durante una conferencia ofrecida hoy en Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias, España).

Como estaba tapado por suciedad parecía que ese dedo formaba un conjunto pictórico original, pero al limpiarlo, se descubrió que fue una aportación posterior, añadió.

La restauración evidenció también la censura que las pinturas de Miguel Ángel sufrieron en los siglos XVI y XVIII tras el Concilio de Trento, que ocultó con vestidos y sombras algunos desnudos, y que actualmente han quedado tal como eran al principio.

“La visión del Juicio Final que tenía Miguel Ángel era de alguna forma herética y chocaba con la tradición de la época, lo que llevó a los censores a reformar la obra”, señaló su restaurador. Asimismo, mencionó la precisión en la delimitación de los personajes.

Templo chino Wanshou se inclina

Autoridades chinas construyeron una estructura para sostener el templo Wanshou, que comenzó a inclinarse drásticamente después de una fuerte tormenta en mayo de 2011. La estructura, que ha sido comparada con la célebre torre de Pisa en Italia, data de la dinastía Ming (1368-1644). El templo compite por ser el más inclinado de China junto a otros dos.

jueves, 29 de noviembre de 2012

TUTANKHAMON

Fotografía facilitada por el Museo Egipcio de Barcelona (España), que estos días rinde homenaje al descubrimiento de la tumba de Tutankhamon con una exposición que conmemora el 90 aniversario de aquella aventura arqueológica y que reúne 70 piezas de la colección del museo.

Dañan arqueología de Sierra Mokho

“Todavía existen algunas personas que como Francisco Pizarro o Diego de Almagro piensan que pueden encontrar oro o plata en los restos arqueológicos indígenas y saquean los sitios provocando destrucción del patrimonio boliviano”, dijo el arqueólogo David Pereira, mientras mostraba un enorme hueco abierto casi en la cúspide del morro de Sierra Mokho, ubicado en Quillacollo.

Según pudo constatar Los Tiempos en una inspección, toda la pared derecha del sitio está cubierta por material suelto, que arruina la imagen de un preservado recinto comunitario, construido aproximadamente el año 1250 después de Cristo, por una cultura local tardía, post tiahuanakota.

Aunque ésta es la afectación más grande en esta zona arqueológica, no es la única, pues también se pudo verificar que ninguno de los 24 reflectores, está funcionando, pues el sistema fue colapsado en algún punto que no se puede definir, dejando sin luz a toda la región, lo que facilita la destrucción por la noche.

Además, se pudo constatar que nadie preserva la seguridad del morro, a pesar de que en la zona existe una caseta construida por la Alcaldía para que un guardia, al que ya le asignaron un ítem. Por otro lado, en el Morro de Sierra Mokho, se construyó un camino vehicular por el cual los autos lo atraviesan de izquierda a derecha.

Probablemente, los vecinos de la OTB llevaron una retroexcavadora, para que abriera parte del sitio para construir una cancha de fútbol encima de los restos, razón por la cual dejaron expuestos los estratos arqueológicos.

En la zona se pueden observar algunos mojones que delimitan la futura cancha de fútbol e incluso están delimitados los sitios en los que se construirán los arcos. Esta invasión es absolutamente ilegal, pues para preservar el sitio, la Alcaldía de Quillacollo gastó varios millones de dólares en pagar por la expropiación del lugar a los propietarios de la zona, en la que ahora se construye este centro deportivo. “Como si faltarán canchas de fútbol, tienen que venir a construir una nueva justo en la zona en la que se encuentran los restos de nuestros antepasados”, dijo Pereira.

Museo abandonado

Todas las vulneraciones que se observan en el sitio se deben a que a pesar de que la propiedad de Sierra Mokho ya fue saneada por la Alcaldía para convertirla en un sitio de preservación patrimonial y atractivo turístico, no se construyó un muro perimetral que determine sus límites y proteja todo lo que existe dentro, pues incluso la primera fase del edificio que será el futuro museo de Quillacollo, quedó prácticamente abandonado y además de tener más de cuatro ventanas con los vidrios rotos, tiene todas sus paredes manchadas con grafitis llenos de insultos y mala ortografía.

Sierra Mokho es el promontorio arqueológico más grande preservado en Cochabamba, pues tiene una extensión superficial preservada de 1,45 hectáreas y una altura de 6,5 metros. Dentro de él se encuentran restos de la cultura tiahuanakota, del formativo, de las culturas locales tardías y otras.

martes, 27 de noviembre de 2012

Subastan supuesta imagen del iceberg que hundió al "Titanic"

Una fotografía original del iceberg que habría sido responsable del hundimiento del "Titanic" en 1912 será subastada el mes próximo, según una agencia de subastas de Estados Unidos.

RRAuction de Amherst, New Hampshire, anunció en su sitio web este lunes que el inmenso iceberg que aparece en la imagen encuadrada en blanco y negro es "sorprendentemente similar" al bosquejado por dos tripulantes del desafortunado transatlántico.

La foto fue tomada por W.F. Wood, capitán de otro buque, el "Etonian", dos días antes del desastre, "en una posición de 2-3 días de viaje del iceberg hacia la posición del 'Titanic'", agrega la información electrónica.

"La foto muestra un enorme iceberg con una forma de elipsis muy característica", agrega el subastador, que estima el valor de la imagen entre 8.000 y 10.000 dólares en la subasta, que se llevará a cabo del 13 al 18 de diciembre.

El naufragio más conocido de la historia ocurrió la noche del 14 de abril de 1912. El buque se hundió en menos de tres horas, perdiéndose 1.500 vidas.

El magnate minero australiano Clive Palmer causó recientemente un revuelo internacional al anunciar sus planes de construir una réplica del transatlántico, que se llamará "Titanic II", cuyo primer viaje a Nueva York fijó para 2016.

AFP

¡Momias en el Illimani!


El año de 1987 a fines del mes de agosto, el suscrito y el arqueólogo Johan Reinhard, el famoso escalador de montañas y descubridor de las no menos famosas momias “Juanita” (nevado de Ampato, Arequipa, Perú); “La Doncella” (nevado de Llullaillaco, frontera entre Chile y Argentina), ascendimos al nevado ILLIMANI, ladera suroeste, hasta una altura de 4.500 a 5.000 metros sobre el nivel del mar, conjuntamente con un Hilacata y un Yatiri de la comunidad de Arasaya (Anansaya?) de la población de Kohoni, provincia Murillo del departamento de La Paz, con el fin de documentar un ritual aymara que se desarrolla cada 6, 7, y 8 de septiembre de cada año (ver Huidobro 1994).

Hoy, año 2012, publicamos el presente artículo debido a la importancia de lo que sucedió el año 1987).

Durante la realización de la investigación etnológica, la misma fue alternada con labores de prospección arqueológica la cual dio excelentes resultados. En esta labor contamos con la preciada colaboración e información del señor Lorenzo Mamani, vecino de la comunidad de Arasaya.

Así a una altura de 4.500 msnm. Se localizaron terrazas artificiales más conocidas como andenes, en el lugar conocido como Lekelekeni. Y lo más importante, la ubicación de un grupo de habitaciones en número de 26 construcciones cuadrangulares, rectangulares y una circular a una altura de 4.550 msnm. ¿Un Santuario de Altura?

Según el arqueólogo argentino Schobinger, “santuario” debería denominarse a construcciones ubicadas a más de 5.200 msnm. (Schobinger 1966), sin embargo, el Centro de Investigaciones Arqueológicas de Alta Montaña (CIADAM) a establecido que ruinas ubicadas a 2.000 m. de altura o más sean consideradas SANTUARIOS DE ALTURA (CIADAM 1978). Por ello el conjunto arquitectónico del Illimani recae dentro de la categoría de Santuario de Altura. Dicho yacimiento arqueológico fue bautizado por el Dr. Reinhard como ILLIMANI.

Lo que resulta novedoso para la arqueología nacional es que existen construcciones arquitectónicas a esa altura, y según informaciones de muchos vecinos de Kohoni dentro de este santuario se encontrarían enterradas momias de niños y niñas, afiliadas cronológicamente a una época anterior a la Inca, posiblemente Tiwanaku (lo cual reviste mayor importancia). Por ello el Ministerio de Cultura debería organizar una misión de prospección arqueológica y posterior excavación que podría iniciarse al interior de la habitación No 7. El personal muy especializado donde sugerimos los nombres de los bolivianos Antonio Sagárnaga, Carlos Lemus y Jesús Mejía (antropólogo) y los peruanos Federico Kauffmann Doig y Luis Guillermo Lumbreras. Ojala que este tópico tan importante no quede en la nada como sucedió con mi artículo titulado TESORO BOLIVIANO PERUANO SE IRÍA A ESPAÑA publicado en fecha 15 de enero de 2010, en la página Opinión de EL DIARIO, donde anoticiamos sobre el hallazgo del tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, y que después de dos años todo el mundo se ocupó del asunto con motivo de la visita a Bolivia de la Reina de España, Doña Sofía. En dicho artículo proponíamos unirnos al Perú en su solicitud de que el señor Juez norteamericano ordenara que las monedas coloniales acuñadas en Huancavelica (Perú) y Potosí (Bolivia) sean devueltas a estas naciones andinas, sin embargo Bolivia no movió un dedo (las autoridades culturales de ese tiempo), esperemos que esta vez las NUEVAS AUTORIDADES del ramo con acertada visión pongan los engranajes técnicoculturales en marcha. El valor del tesoro numismático supero los 500 millones de dólares. Si en ese momento (2010) se actuaba conjuntamente con el Perú hoy la historia sería otra.

Volviendo al tema, son muchas las personalidades dentro de las ciencias sociales que no están muy de acuerdo con los tan promocionados sacrificios humanos en el antiguo mundo andino. La doctora Hilda Vidal Vidal, Jefa del Departamento de Antropología Física del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, me comentaba en la ciudad de Lima, que ella dudaba de que la momia “Juanita” hubiera sido sacrificada en la cumbre del nevado Ampato, debido a que en el vestido de la adolescente no existen huellas de sangre puesto que si hubiera recibido la herida estando viva, arriba en la cumbre, siempre habrían quedado huellas de las heridas sobre la ropa y ésta, por el contrario, está bien limpia lo que demostraría que ella fue vestida en su comunidad después de ser momificada y recién llevada desde Cuzco a la cumbre de Ampato. Muy lógica la deducción de la Dra. Hilda Vidal.

Sin embargo los Santuarios de Altura son una realidad que no se puede negar. Incluso muchos de ellos actualmente están en pleno funcionamiento (ver Flores Ochoa 1990).

Notas.

(1) Huidobro Bellido, José. Culto a las Montañas. En “La Verdadera Escritura Aymara”. Pp. 85 a 131. Producciones CIMA. 1994. La Paz. Bolivia.

(2) Schobinger, Juan. La “momia” del Cerro El Toro. 1966. Mendoza. Argentina.

(3) CIADAM. Antecedentes de Santuarios de Altura conocidos hasta 1978. Revistas del CIADAM No 3 pp. 50 a 57. San Juan. Argentina.

(4) Flores Ochoa, Jorge. Taytacha Qoylluriti: el Cristo de la Nieve Resplandeciente. En “El Cuzco, resistencia y continuidad”. Pp. 73 a 94. 1990. Cuzco. Perú.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Donde habitan los monstruos

Monstruos, animales inclasificables o simplemente criaturas se han convertido en leyenda y han popularizado algunas zonas del planeta.

El editor de Skeptical Inquiry, psicólogo y experto en investigaciones de fenómenos paranormales, Benjamin Radford, explica en una entrevista que “la fascinación que la gente tiene con estas criaturas proviene de la idea de que convivimos con seres misteriosos que están más allá de nuestra vista”.

Pero si bien el Yeti, Nessi o Big Foot han copado los titulares de muchos periódicos durante siglos, hay muchos más misterios por los rincones más insólitos de la Tierra.

Tierra de monstruos

En pleno lago Nahuel Huapi vive el primo argentino de Nessie –el monstruo del lago Ness-, una supuesta bestia acuática que ya aparecía en las antiguas leyendas indígenas de la Patagonia. El apodado Nahuelito es una criatura serpentina que comparte el lago con los esquiadores que visitan San Carlos de Bariloche.

Su primera aparición en prensa data de 1922, cuando el diario Toronto Globe publicó una imagen de la bestia que dio el pistoletazo de salida a numerosas expediciones en su busca.

Terminados sus 15 minutos de fama se retiró al fondo del lago y tan sólo se decidió a volver a los periódicos en plenos 80, cuando el aumento del turismo en la zona se tradujo en más avistamientos del monstruo.

Radford considera que en el caso de los lagos, sí se observa una subida en el turismo porque los monstruos están en un lugar localizado: “supuestamente están en el agua, un chupacabras puede estar en cualquier parte”.

Radford es conocido por descubrir la verdad sobre el caso de el Champ, un monstruo del lago Champlain (entre Vermont y Canadá). Averiguó que lo que parecía la mejor foto jamás hecha de un monstruo acuático podía ser el movimiento natural de unos troncos en el agua, pero el misterio de Nahuelito está sin resolver.

El “Grunch”

La versión más siniestra del chupacabras se oculta en la ciudad que vio nacer al jazz. Empieza a aparecer cuando Nueva Orleans era la “Nouvelle-Orléans” y Marie Laveau empezaba a pinchar agujas en muñecas de trapo para atraer la magia negra.

Cuenta la leyenda que la sacerdotisa vuduista intentó castrar a un hijo del diablo para evitar que pudiera reproducirse y crear más maldad.

Al caer al suelo su primer testículo, se convirtió en un animal inclasificable al que bautizaron como Grunch. El segundo testículo, bañado en una sangre putrefacta y endemoniada, se convirtió en una hembra.

Las tres criaturas dieron una paliza a la reina de la magia negra, quien tras despertar de aquel mal sueño decidió volver a convertirse al catolicismo.

Benjamin Radford, que lleva 15 años investigando sobre todo al chupacabras, explica que las leyendas no siempre son ciertas: “el chupacabras tiene poco más de 15 años. El primer avistamiento del que se tiene conocimiento se produce en Puerto Rico y a partir de ahí se empezaron a ver por toda Latinoamérica y el sur de Estados Unidos”.

“Oompa Loompas”

Puede que Roal Dahl nunca conociera a los Ebu Gogos de Indonesia, pero sin duda los trabajadores más dedicados de la Fábrica de Chocolate de Willy Wonka se parecen mucho a las míticas criaturas de la remota isla de Flores.

Cavernícolas pequeños, de pelo largo y lenguaje limitado que los exploradores holandeses encontraban en la isla de Sumatra. Extrañas criaturas que han llegado a verse incluso hace tan sólo un siglo y que los investigadores que creen en su existencia lo han relacionado con un homínido prehistórico, el Homo floresiensis.

Apodados hobbits como las criaturas de Tolkien, la existencia de los Ebu Gogo ha sido un tema de debate y mientras algunos consideran que sólo es un mito más de las antiguas leyendas de Indonesia, otros creen que podrían estar relacionados con unos seres que vivieron hace 13.000 ó 17.000 años.

Sea o no cierta la existencia de estos seres, lo que sí es indiscutible es que alimentan la curiosidad incluso de los más incrédulos. “Puede que sea escéptico, pero tengo la mente abierta. Yo quiero resolver el misterio y si realmente hay un monstruo por ahí, quiero ser el primero en encontrarlo”, concluye Radford.

Así, sólo queda ajustar el sombrero y abrochar las botas de explorador para salir a los confines de la tierra en busca de las criaturas más misteriosas (EFE Reportajes).

jueves, 22 de noviembre de 2012

Egipto conmemora hoy los 90 años del hallazgo de la tumba de Tutankamón

Noventa años han pasado desde el descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón, un acontecimiento que resucitó la pasión por la egiptología y con cuya conmemoración mañana (hoy) el país árabe pretende impulsar su maltrecho turismo.

Las celebraciones en la antigua Tebas, actual Luxor, llevarán a decenas de egiptólogos, diplomáticos, guías de turismo y periodistas a recorrer los pasos del arqueólogo británico Howard Carter.

Por el Valle de los Reyes, en la ribera oeste del río Nilo, se afanaba Carter en 1922 para descubrir el mundo los tesoros de la civilización del Antiguo Egipto.

Tras varias campañas infructuosas y ya a punto de arrojar la toalla, su perseverancia dio resultado el 4 de noviembre de ese año, cuando encontró la cámara funeraria del conocido como "faraón niño" por su temprana muerte.

El descubrimiento supuso un acontecimiento arqueológico mundial debido a que en su interior se halló casi intacto el ajuar funerario y la famosa máscara de tonos dorados y azules, convertida ya en ícono de Egipto.

Al contrario que las de otros faraones, la tumba de Tutankamón, un faraón de la dinastía XVIII que reinó durante el 1.300 a.C, se mantuvo a salvo de los saqueos durante siglos.

La cámara mortuoria fue hallada después de que otros arqueólogos como Theodore Davis, protagonista del descubrimiento de una treintena de tumbas a principios del siglo XX, considerara que los misterios del Valle de los Reyes ya habían sido desvelados.

Cerrada al público para evitar un mayor deterioro, sus tesoros aguardan a los turistas en el Museo Egipcio de El Cairo, donde ocupan un lugar privilegiado con la máscara funeraria y su carruaje como principales atracciones.

De hecho, la gloria de Tutankamón, cuyo reinado fue breve y menor en importancia que el de otros faraones como Ramsés II, se debe a que su tumba es la única real hallada con un tesoro completo y bien conservado.

El corto reinado de Tutankamón, que según los últimos estudios de ADN pudo morir de malaria, estuvo marcado por la devolución de poder a los sacerdotes de Amón, que habían sido despojados de influencia tras la introducción del monoteísmo por Akenatón.

Coincidiendo con el 90 aniversario del descubrimiento, la Unión Europea regaló hace pocos días a Egipto una réplica fiel de la famosa tumba, obra del estudio español Factum Arte.

El deseo de los artistas de esta réplica es que sea trasladada a Luxor junto a la casa de Carter, para convertirla en destino de los turistas, aunque la decisión sobre su ubicación final queda en manos del Gobierno egipcio.

La imagen e historia de Tutankamón es una de las más explotadas por Egipto para atraer el turismo, la principal fuente de ingresos del país, por lo que hace cinco años se exhibió a los visitantes la momia del faraón en Luxor.

Impreso en camisetas y gorras y repetido hasta el infinito en pequeñas reproducciones, su busto hace las delicias de los turistas y acrecienta la fama póstuma del faraón.

Su nombre ha sido ligado incluso a personalidades actuales como el presidente estadounidense, Barack Obama, que vivió su momento de gloria en Egipto en junio de 2009, cuando visitó El Cairo para dar su histórico discurso al mundo árabe.

Con motivo de esta visita, los espabilados comerciantes egipcios no dudaron en vender camisetas con el busto del faraón y la frase: "Obama, nuevo Tutankamón del mundo".

Roma restaurará sus fuentes construidas en el siglo XVII

Roma comenzará una amplia campaña de restauración de sus fuentes, una característica de la ciudad que, más allá de la célebre Fontana di Trevi, incluye joyas como la Fuente del Tritón y la Barcaccia de plaza España.

La primera en ser restaurada será precisamente la Fuente del Tritón, en la plaza Barberini. La fuente de travertino -una roca sedimentaria-, obra de Gian Lorenzo Bernini, fue creada entre 1642 y 1643 por encargo del papa Urbano VIII Barberini, quien buscaba ornar su palacio.

Representa un mítico tritón arrodillado sobre una gran conchilla abierta, soportada por cuatro delfines, entre cuyas colas se ven las llaves y el emblema pontificio, junto a las abejas del escudo de los Barberini.

La obra de recuperación durará ocho meses y terminará en octubre de 2013. “Estas intervenciones serán costeadas por particulares. Con la exposición publicitaria que se colocará en el cercado de la obra (durante menos tiempo del necesario para terminar los trabajos), se pagará todo el costo”, dijo Umberto Broccoli, superintendente de Bienes Culturales de Roma Capital.

Otra de las fuentes por restaurar será la Barcaccia de plaza España, a los pies de la escalinata de Trinitá dei Monti. Se trata de una obra de Pietro Bernini, que tuvo ayuda de su hijo Gian Lorenzo, y se completó en 1629.

Esta fuente fue célebre por ser la primera que se concibió enteramente como una escultura, alejándose de la forma tradicional de contenedores de agua de forma geométrica.

La campaña de restauración abarca también la Fuente de los Leones en la plaza del Popolo, también realizada en travertino e instalada por Giuseppe Valadier entre 1814 y 1828.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Flatulencias de dinosaurios con efecto climático

No sólo las vacas tienen la culpa. Los dinosaurios saurópodos, unos gigantes herbívoros, podrían haber producido con sus flatulencias el suficiente volumen de metano como para calentar el clima de la Tierra hace millones de años. Los “escapes” de estos animales expulsaban nada menos que 520 millones de toneladas de este gas de efecto invernadero al año, comparable a todas las fuentes naturales o artificiales de este contaminante que existen en el mundo actualmente. Ésta es la conclusión de un estudio publicado por investigadores británicos en la revista Current Biology.

Los saurópodos, que se distinguen por su cuello inusualmente largo, estaban ampliamente extendidos por el mundo hace unos 150 millones de años. Y al igual que ocurre con las vacas los microbios que producen metano ayudaban a la digestión de los saurópodos fermentando en su sistema digestivo las plantas que les servían de alimento.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Se exhiben trabajos de Picasso, Warhol, Moore y Cézanne Una muestra destaca el rol del dibujo en el arte del siglo XX

Dibujos con los que forjaron su estilo artistas como Pablo Picasso, Andy Warhol o Henry Moore se exponen desde el viernes en la Tate Liverpool, que analiza en una muestra el papel de esta disciplina en el arte del siglo XX.

Rastreando el siglo: El dibujo como catalizador para el cambio recopila en esa galería de la ciudad inglesa un centenar de obras de los más famosos artistas del siglo XX, que construyeron desde el dibujo un discurso que posteriormente trasladaron a la pintura, la escultura o la fotografía.

“Los dibujos pueden revelar algo sobre el proceso de creación de un artista; por ejemplo, en el caso de Moore se observan las tendencias hacia lo inquietante que vemos en algunas de sus esculturas”, aseguró el responsable de muestras de la Tate, Gavin Delahunty.

El británico Moore retrata en sus dibujos expuestos en Liverpool la oscura espera de la población que se refugiaba en los túneles del metro de Londres para dormir durante los bombardeos que asolaron la ciudad en la Segunda Guerra Mundial (1939-45).

Andy Warhol también enseña en sus dibujos, mucho más sencillos y diáfanos, lo que luego buscó reflejar en sus obras de arte pop. Expuestos junto a ejemplos de sus conocidas series fotográficas, en sus obras “se puede ver el trazo que luego está debajo de la fotografía”, como explicó el responsable de la exposición.

La muestra, que recorre el movimiento oscilante entre lo figurativo y lo abstracto que se produjo en el dibujo durante el siglo XX, pretende reivindicar la importancia de una disciplina considerada en ocasiones un paso previo a la obra final, que a menudo se desecha.

“Es una herramienta que les ayudaba a pensar en tres dimensiones, una forma maravillosa de capturar sus ideas, y es interesante ver ese proceso por primera vez”, apuntó Delahunty.

La muestra incluye obras que van desde Paul Cézanne (1839-1906), que asistió a los primeros movimientos de siglo, hasta más recientes de Francis Bacon (1909-1992), uno de los artistas más cotizados en los últimos años.

La exhibición
Evento La exposición de la Tate Liverpool podrá verse hasta el 20 de enero en su sede en el muelle de la ciudad inglesa.


Artistas Pablo Picasso (1881-1973) y Julio González (1876-1942) son los protagonistas españoles de la muestra, en la que ocupan un lugar destacado Dora Maar sentada, obra del pintor malagueño que permanece inacabada, y Perfil de joven con gorro, de González.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Hallan fósiles de los pandas más antiguos

Dos mandíbulas y varios dientes fosilizados que datan de hace 11,6 millones de años, hallados en el Valle del Penedés del nordeste de España, son los restos más antiguos encontrados hasta ahora de ancestros de la familia de los panda, informó Public Library of Science (PLoS).

El equipo, encabezado por Juan Abella del Museo nacional de Ciencias Naturales en Madrid, e integrado por investigadores de Cataluña y la Universidad Complutense, revela los orígenes de esos osos únicos, según el artículo.

Los fósiles "representan un nuevo genus que probablemente sean los miembros conocidos más antiguos de la familia de los panda gigantes", añadió Abella.

Dos tumbas para revivir el turismo

Egipto reabrió dos tumbas arqueológicas con el objetivo de fomentar el turismo en ese país, sector que se vio fuertemente afectado por la inestabilidad política que vive desde el estallido de las manifestaciones populares el año pasado. El proyecto de las tumbas Seapeum y Akhethotep y, que necesitó más de 10 años de trabajos de restauración, costó unos dos millones dólares, lo que afectó el presupuesto para futuras restauraciones, según la bbcmundo.com.

Arqueólogos sacan a la luz en Pakistán una necrópolis de más de 3.000 años

Una misión liderada por arqueólogos italianos ha datado en el norte de Pakistán una necrópolis de más de 3.000 años de antigüedad y ha hallado huellas de unas culturas aún poco conocidas pero "sofisticadas y pacíficas".

Aunque la presencia de importantes vestigios arqueológicos en la región norteña del Swat es conocida desde hace tiempo, el análisis exhaustivo de un conjunto funerario en la zona de Odagram está dando nuevas pistas sobre un grupo de sociedades aún poco estudiadas.

"En los sesenta hubo excavaciones de esta necrópolis, pero no se analizaron los alrededores de las tumbas ni se dató con precisión lo hallado, así que no se tuvo plena consciencia de su importancia", explica el jefe de la misión arqueológica, Luca Olivieri.

Las tumbas analizadas por un grupo de arqueólogos italianos con el apoyo de estudiantes locales corresponden a un período muy amplio, ya que se han identificado restos de hasta el 1300 AC, pero otros son de la mitad del primer milenio antes de Cristo.

"De los habitantes en la zona de Odagram hay documentación ya desde los tiempos de Alejandro Magno (siglo cuarto AC) porque él pasó por ahí", destaca Olivieri, quien matizó sin embargo que la necrópolis es obra de sociedades muy anteriores a esa presencia.

Las tumbas se han relacionado por su localización con la llamada cultura Gandara, aunque los restos son en realidad muy anteriores a la llegada a la región del budismo, que es el eje vertebrador del arte Gandara.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Corona de Moctezuma pronto será recuperada

La recuperación del Penacho de Moctezuma por parte de México está cerca, explicó un líder indígena que lleva más de 35 años tratando de conseguir que la pieza arqueológica regrese a su país de origen. "Hay muchas posibilidades de que la corona de Moctezuma regrese a México en 2013, pues actualmente en el Parlamento de Viena hay una propuesta de dos partidos políticos que están pidiendo al Gobierno austríaco que la regale a su país de origen", explicó a Efe Xokonoschtletl Gomora, un líder indígena Mexica.

Gomora, que ha viajado por 47 países para lograr que la corona regrese a su país de origen, aseguró que en tres ocasiones se ha estado muy cerca de recuperar la pieza, que actualmente se encuentra en el Museo Etnográfico de Viena, que volverá a mostrarlo dentro de dos días tras ser limpiado y recuperado.

Gomora consideró que la "culpa" de que el Penacho siga en Austria, país donde ha permanecido desde 1521, es del "Gobierno mexicano, pues se necesita una petición oficial del Presidente".

En México hallan a perro momificado de mil años

Un perro momificado de unos mil años de antigüedad fue hallado en una cueva de La Candelaria, un poblado del norteño estado de Coahuila, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Casos como éste se han reportado en Perú y Egipto, pero se trata del primero que se conoce en México, según los especialistas.

El cánido será sometido a estudios radiográficos y de material genético, así como de su dentadura, cráneo y huesos.

El perro fue hallado en posición recostada sobre su lado derecho, con la cabeza y cuello flexionados hacia abajo, la pata izquierda trasera contraída, la delantera extendida y su cola enroscada y erguida.

Los especialistas atribuyen la momificación del animal a causas naturales, ante las condiciones de humedad y el clima prevalecientes en la cueva.

Se estima que murió por inanición, porque no se han hallaron heridas o causas evidentes, pero se espera que la hipótesis sea modificada o confirmada después de los análisis.

El perro -de 42 centímetros de largo y 22 de alto, cuya raza no se dio a conocer- se hallaba junto a una ofrenda funeraria, algo que se considera raro para la región norte del país, según el arqueólogo Alejandro Bautista Valdespino, subdirector de Registro de Bienes Arqueológicos Muebles del INAH.

El perro era un acompañante habitual de las tribus nómadas de la zona, dedicadas a la caza y recolección.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Proyectan una escuela de arqueología

Después de ganar un concurso de méritos y tras la presentación de un plan institucional, Walter Sánchez fue posesionado como nuevo director del Museo Arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón, por los próximos cuatro años. La principal intención de esta nueva autoridad es impulsar el desarrollo de esta institución en las áreas de investigación, formación, interacción educativa y servicios.

¿En qué consiste el Plan Institucional que elaboró para los próximos cuatro años?

Este Plan fue parte de un proceso participativo que elaboramos con todos los funcionarios que están en el Museo en el cual se definió las nuevas misión y visión del Museo, de acuerdo a los contextos políticos y sociales que está viviendo Bolivia, además de cuatro ejes estratégicos.

¿Qué acciones se asumirá en el eje de la investigación?

Tenemos tres investigadores con doctorados en antropología, en arqueología y en lingüística, que están relacionados con un equipo multidisciplinario especializado.

Tenemos varios proyectos que van desde las escrituras indígenas, hasta los proyectos arqueológicos de la cultura Omereque, además de proyectos ligados a la historia y al paleoambiente.

¿El Museo se abrirá más a los estudiantes?

Queremos ampliar los convenios con universidades y estudiantes investigadores extranjeros, para que vengan a hacer sus tesis doctorales, y queremos abrir el museo a la misma universidad para que estudiantes de pregrado y posgrado puedan hacer pasantías acá.

¿Qué medidas asumirán en la formación?

Vamos a implementar una maestría en identidades plurales en Bolivia y esperamos que este año se consolide. También haremos cursos de capacitación en las experticias que tiene el museo, por ejemplo en restauración, catalogación, museografía, etc. que va a estar ligado con apoyar procesos en los municipios, que tienen colecciones arqueológicas.

También vamos a desarrollar diplomados ligados a la antropología y a la arqueología.

¿Abrirán también una Escuela de Arqueología?

Hay una idea dentro de la Universidad y varias propuestas de varias facultades de ligar la formación académica de arqueología, antropología, geografía e historia y vamos a ver cómo empezaremos a formar en pregrado y en posgrado.

También mejoraremos la oferta museográfica y bibliotecológica.

Sociólogo y arqueólogo

Wálter Sánchez tiene una licenciatura en sociología y cursos de especialización en estudios étnicos andinos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), una maestría en desarrollo, un diplomado en gestión cultural, además de ser doctor en arqueología, títulos con los que pudo presentarse a la convocatoria y ganar en el concurso de méritos lanzado para elegir al nuevo director del Museo Arqueológico por los próximos cuatro años.

La anterior directora de la entidad fue María de los Ángeles Muñoz, quien acaba de cumplir su gestión de cuatro años. Antes de ella el director fue el arqueólogo David Pereira.

Entre los planes de Sánchez están las reedición de las publicaciones y revistas arqueológicas y antropológicas, además de la publicación de catálogos de las colecciones.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Recrean la labor y escenarios de orfebres milenarios

Un camino subterráneo conduce a escenarios que evocan la época prehispánica, donde talentosos orfebres realizaban pulcras piezas de oro, plata y cobre, con rústicas herramientas que eran fabricadas por sus propias manos.

Bienvenidos al Centro de Orfebres Prehispánicos, un espacio ubicado en el centro de la ciudad, donde se recrean los saberes artesanales ancestrales en tallado, cerámica, textiles y curtido de pieles de las culturas Tiwanaku, Chiripa y Wancarani.

Esta iniciativa, que abrió sus puertas hace un mes, pretende mostrar las destrezas y tecnologías de los artesanos de esa época, con la interpretación de sus actividades cotidianas, donde procesaban diademas, tupos y máscaras, entre otros adornos.

“Con esta recreación queremos explicar este minucioso y admirable trabajo artesanal, pero de una manera comprensible y didáctica”, explica Iván Blanco, representante de este centro.

Este circuito, que puede durar entre 30 y 90 minutos, está dirigido a estudiantes y turistas. Todos son bienvenidos.

Para ello, un grupo de artesanos, arqueólogos e historiadores recopiló información de reconocidos investigadores como Carlos Ponce Sanjinés y Arturo Ponsnasky, entre otros autores, que enriquecieron el contenido que se muestra en el recorrido.

“El complejo metalurgista -desde la extracción del mineral, pasando por la fundición, hasta el vaciado- requería una organización artesanal especializada, de mineros, fundidores y orfebres, con una tecnología apropiada”, dice la historiadora Patricia Montaño en su obra El imperio de Tiwanaku.

Es justamente ese proceso el que está a punto de empezar en la caverna subterránea ornamentada con elementos naturales, como piedras y pajonales.

Rememorar una época

Vestido con abarcas y una túnica colorida, para caracterizar a los artesanos, Iván Blanco sale sigiloso de una gruta sosteniendo una batea de cerámica con la que recolectará oro del cerro y le quitará la tierra con agua.

“Ésta es la técnica de recuperación por gravedad. Cuando llovía, los artesanos solían encontrar pepas de oro en los cerros”, explica.

Una vez seleccionado el mineral, lo separaban de las rocas y las impurezas a las que quedaba adherido. Según la procedencia del metal, se lo puede limpiar con la collpa (una especie de polvillo blanquecino).

Para el fundido del mineral usaban un tipo de horno de arcilla llamado huairachina, que operaba captando el viento a través de las perforaciones distribuidas a lo largo de la torrecilla.

“Éstas se ubicaban en los cerros para aprovechar el viento, llegando hasta los 1.400 grados centígrados. Para avivar el fuego se utilizaban cristales y hierbas caloríferos, como las tholas, hichu, bosta y hayu”, explica el actor.

Las lágrimas de metal que se obtenían por acción del fuego eran vaciadas en unos moldes para que se convirtieran en tejos o piezas que luego pasaban a ser laminadas.

En este proceso, la fuerza era fundamental. El mineral era golpeado directamente con un martillo de piedra que lo aplanaba hasta lograr que sea delgado y moldeable.

Era un trabajo minucioso y estrepitoso hasta darle la forma deseada y pasar a la fase del pulido, donde sólo hacía falta un poco de arenilla para frotarla contra la pieza, y un pedazo de cuero de oveja para sacarle brillo.

Las artesanías para entonces tenían un acabado tan pulcro, que incluso podían ser usadas como espejos dorados.

Guido Balderrama, quien también fue parte del recorrido, quedó sorprendido al conocer el minucioso trabajo que había detrás de estas piezas. “Realmente es un aporte para nuestra cultura, y más porque este conocimiento, a través de los turistas que lo visitan, puede ser difundido a diferentes países”, dice.

Concluido el trayecto, en definitiva, cambia la perspectiva del talento de aquellos orfebres prehispánicos que, con gran destreza e ingenio, dejaron un modelo para las nuevas generaciones de artesanos que siguen sus pasos.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Modelo de trabajo de Toyota se aplicó hace 2.200 años

Los artesanos responsables de los famosos Guerreros de Terracota trabajaron en un sistema sofisticado de organización similar al de la empresa Toyota, según un nuevo estudio.

“Lo que más nos interesaba para este proyecto era ir más allá de la constatación de las técnicas empleadas y tratar de hacer ‘ingeniería inversa’ para explicar cómo se organizó la fuerza productiva para construir una obra tan colosal y perfectamente estandarizada”, dijo Marcos Martinón-Torres, del Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres, UCL, quien dirigió la investigación.

Los Guerreros de Terracota datan de entre 210 y 209 a.C. y se encuentran en el mausoleo del primer emperador de China de la Dinastía Qin, Qin Shi Huang. Se creía que enterrando las estatuas el emperador aún tendría tropas bajo su mando en el más allá.

El estudio se centró en las armas de bronce que portaban los guerreros, “una colección extraordinaria que incluye cientos de espadas, alabardas, lanzas, lancetas... y 40.000 puntas de flecha para ballesta. De hecho, el siguiente paso es extender el estudio a los propios guerreros, para verificar nuestra hipótesis de que el modelo de organización del trabajo era similar al que hemos documentado para las armas”.

En lugar de un sistema similar a las líneas de ensamblaje asociadas a empresas como Ford, los artesanos se organizaron, según el estudio, en células productivas autónomas, que funcionaban en paralelo, permitiendo responder rápidamente y en forma flexible a las necesidades productivas.

Y este sistema podría contener lecciones importantes para la organización del trabajo en la actualidad.

Células autónomas

“Las flechas aparecen en grupos de 100, probablemente porque eran el contenido estándar de un carcaj (recipiente para transportar flechas) fabricado de material orgánico (el cual ha perecido a lo largo de los siglos). Desde el punto de vista formal, todas estas flechas son idénticas: su coeficiente de variación es inferior a lo que el ojo humano es capaz de distinguir”, explicó Martinón-Torres.

“Sin embargo, cuando analizamos su composición química pudimos comprobar que cada grupo de 100 flechas tenía una composición similar y ligeramente diferente a la del siguiente grupo, es decir, cada grupo es una remesa de bronce vaciado de un mismo crisol, sin mezcla entre remesas”.

Para el experto, eso indica que cada grupo de flechas en su carcaj se habría producido por completo en una misma unidad de producción”.

“Esto nos hace pensar que probablemente había varias células productivas más o menos autónomas y versátiles, funcionando en paralelo. Todas trabajando con los mismos estándares y control de calidad”.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Científico: ‘Habrá un dinosaurio vivo en 5 años’

La idea es diseñar un animal que tenga los “rasgos propios de los dinosaurios, como el tamaño a los dientes o las garras”, aseguró Horner, entrevistado por ABC, de España.

“Desde luego no será como en Jurassic Park. Partiremos de un embrión de pollo y, mediante ingeniería genética, lo haremos dar marcha atrás en el tiempo hasta sacar el dinosaurio que lleva dentro. No será, al principio, un dinosaurio completo, pero sí que tendrá muchas de sus características”, agregó.

¿Pero qué tienen que ver los pollos y las gallinas con estos gigantescos especímenes extintos hace millones de años? La respuesta es que, aunque parezca sorprendente, las aves son descendientes de los dinosaurios.

Por eso se partirá de una de ellas. Específicamente, de una especie de ave muy común, como es la gallina.

“El resultado será un animal completamente nuevo, un ´pollosaurio´ o ´dinopollo´ -como prefiera- con muchas de las características físicas propias de los dinosaurios”, explicó Horner.

La razón por la que fue descartado el procedimiento de Jurassic Park, recrearlos desde el inicio a partir de los rastros de ADN que pudieran hallarse en los fósiles de estos animales, es que ningún experimento logró extraer material genético. Por eso buscarán parte de ese ADN primitivo en el de los pollos.

“Lo primero es encontrar una serie de genes específicos en el genoma de la gallina. Buscamos tres en concreto, los necesarios para activar el tamaño, para que haya o no dientes y los que transformaron las garras originales en alas. Se trata de alterar los niveles de determinadas proteínas reguladoras de la expresión genética, de aquellas que han suprimido esas características dinosaurianas. Las aves son dinosaurios, llevan su mismo ADN, así que lo que hacemos es intentar que de un dinosaurio salga otro”, describió.

“En el futuro será posible devolver a la vida a cualquier miembro de un grupo muy concreto de dinosaurios, los terópodos, que son de los que descienden las aves. Es decir, todos aquellos que eran carnívoros y caminaban sobre sus dos patas traseras”, precisó.

¿El plazo para que este ambicioso proyecto se haga realidad? “Si todo va bien, en cinco años. Si tenemos mala suerte, en siete como máximo”.

Más allá de que el perfeccionamiento del poder transformador de la ciencia es un fin en sí mismo para los científicos, a través de estos experimentos se busca avanzar en el conocimiento sobre la evolución de las especies. Eventualmente, eso podría tener efectos concretos en la prevención y cura de distintas enfermedades.


viernes, 9 de noviembre de 2012

Alcaldía reedita ‘Tihuanacu, cuna del hombre americano’



A partir del lunes, los arqueólogos y la población en general podrán adquirir la primera reedición facsimilar de Tihuanacu, cuna del hombre americano, de Arthur Posnansky, el pionero del estudio de esta civilización.

“Es importante que este texto, agotado hace muchos años, esté al alcance de los profesionales y la ciudadanía. Es una obra fundamental, pionera en su género y no era lógico que en Bolivia no existiera una copia”, explicó Pedro Susz, director de Gobernabilidad de la Alcaldía paceña, institución que publicó el libro.

Esta es una copia exacta de la primera impresión, única en realidad, que se hizo de este texto en 1945 en Nueva York. El trabajo incluye las imágenes y planos que hizo el investigador.

El presidente de la Sociedad de Arqueología de La Paz, Carlos Lémuz Aguirre, aplaudió la iniciativa, ya que considera a Tihuanacu como “uno de los libros más importantes” para el ejercicio de la disciplina. “Posnansky sentó las bases para el trabajo en Tiwanaku. También recolectó una gran cantidad de datos importantes y generó varias teorías clave para su época”, indicó el investigador.

Lémuz reconoció que aunque varias de las tesis planteadas por el aventurero y científico de origen austriaco ya no son válidas, sigue siendo un texto de consulta imprescindible para su profesión. Una de las razones es que Posnansky fue quien reveló la importancia del sitio arqueológico al resto del mundo.

El libro estuvo fuera de circulación durante décadas. Fue gracias al apoyo de Carmelo Corzón que la Alcaldía logró concretar la impresión de los dos volúmenes. Corzón tenía un ejemplar de la primera impresión y la autorización de la familia de Posnansky para su reimpresión. Ingeniero, arquitecto, héroe de guerra y pionero de la arqueología boliviana, Arthur Posnansky nació en Viena, capital del entonces imperio Austrohúngaro, en 1873.

Ingeniero militar naval de profesión, llegó a Sudamérica en pleno auge del caucho. Fue combatiente durante la Guerra del Acre. Fue condecorado como héroe y cambió su nacionalidad por la boliviana. Posnansky trajo el primer automóvil a la ciudad de La Paz. En 1928 filmó el primer largometraje boliviano, La Gloria de la Raza. Tihuanacu, la cuna del hombre americano, estará a la venta en la Casa de la Cultura.


NUEVA ESPECIE Hallan dinosaurio con cuernos y herbívoro

Los dinosaurios se extinguieron hace más de 60 millones de años. Sin embargo, no dejan de descubrirse nuevas especies de estas imponentes criaturas que dominaron la Tierra. El último hallazgo fue en Alberta, Canadá, donde un equipo de investigadores halló un nuevo dinosaurio con cuernos y herbívoro a partir de restos fósiles.

El ejemplar fue bautizado como "Xenoceratops foremostensis" y forma parte de la familia de los ceratópsidos, el grupo de grandes dinosaurios con cuernos, como el Triceratops.

El nuevo dinosaurio medía unos 20 metros de largo y pesaba más de dos toneladas. Este ejemplar representa el dinosaurio con cuernos más grande hallado en Canadá.

jueves, 8 de noviembre de 2012

No hay control en los anticuarios de La Paz



Déjeme su número telefónico y le consigo cuadros coloniales y cerámicas precolombinas, pero necesito tiempo”, avisa una mujer desde uno de los anticuarios de la calle Linares de la ciudad de La Paz. Después entrega una tarjeta de presentación en la que se lee: “Compra y venta de antigüedades”. La vendedora se muestra atenta. “Cuando los tenga le voy a llamar, ya tengo su número. Una vez hemos vendido una cerámica”, añade, y saca un óleo que —según ella—está de oferta. “Es colonial y sale Bs 160”.

No es la única que oferta este tipo de objetos. Otra tienda en la misma vía comercializa una supuesta cerámica prehispánica a $us 150. “Es la única que tengo, ahora me dedico más a los textiles. Es muy complicado tener estas piezas”, enseña el propietario. En las calles Linares y Tarija existen por lo menos unos seis locales que ofertan textiles y piezas de cerámica precolombinas, además de pinturas coloniales y de la época republicana.

El Ministerio de Culturas tiene un listado de anticuarios que no está actualizado y no se sabe si continúan al servicio del público; en éste figuran Cafetín Museo, Joshua, La Belle Epoque, la Casa del Platero, Martha N. de Urioste, Núñez del Arco, Michel Angello, Galería Wallpher y Bacín de Plata. No obstante, el rol no incluye a los locales que están en la llamada Calle de las Brujas u otros que operan por distintas zonas de la urbe de La Paz.

Y según autoridades entrevistadas, éstos son sitios que pueden estar involucrados con el tráfico de bienes culturales bolivianos. Y no sólo en el territorio nacional, sino en el extranjero. Por ejemplo, en 2009 este medio denunció que un chileno de nombre Rolando Rackwitz vendía piezas arqueológicas procedentes de Tiwanaku en una tienda de la ciudad de Arica.

Desde el Ministerio de Culturas se informa que la Alcaldía de La Paz tiene a su cargo el censo de estos locales de antigüedades. No obstante, Ximena Pacheco, responsable de la Dirección de Patrimonio Cultural y Natural de esta repartición, señala que el municipio no sabe cuántos anticuarios existen. “No tenemos tuición sobre éstos, eso le corresponde al Ministerio de Culturas; sin embargo, creo que es importante normarlos. Deben existir instrumentos legales para la administración y fiscalización de estos sitios”.

Para la Alcaldía, estas tiendas funcionan bajo el denominativo de “actividad económica”; por ello, Pacheco opina que es urgente que Bolivia cuente con una Ley de Patrimonio. Mientras que desde el Museo de la Coca de la calle Linares, Oscar Bersatti, que hasta hace algún tiempo manejaba un anticuario, da cuenta de que tampoco sabe con exactitud cuántos locales existen en la urbe.

“No hay una asociación de tiendas de antigüedades, todos nos manejamos de manera independiente. Yo por mi cuenta contaba con una resolución del anterior Viceministerio de Culturas”, explica el hombre. Al final, no se sabe cuáles anticuarios son legales e ilegales. En la zona de San Miguel funciona Atocha, un local que cuenta con un diploma de reconocimiento y licencia de funcionamiento avalados por la Alcaldía. “Nosotros tenemos objetos coloniales, pero son réplicas, copias”, afirma el propietario Luis Vásquez.

“Aquí no hay eso (tráfico), nosotros no exportamos. Hay gente que tiene obras en sus casas”, sostiene, consultado sobre anticuarios desde donde se comercializarían piezas originales de arte boliviano.

La lista del Ministerio de Culturas

De acuerdo con el Ministerio de Culturas hay nueve anticuarios que operan en la ciudad de La Paz: Cafetín Museo, Joshua, La Belle Epoque, La Casa del Platero, Martha N. de Urioste, Núñez del Arco, Michel Angello, Galería Wallpher y Bacín de Plata. No obstante, este censo no se encuentra actualizado y no se tiene conocimiento si estos locales continúan ofertando piezas artísticas al público en general. Por ejemplo, el anticuario Atocha de la zona Sur, cuenta con licencia de funcionamiento de la Alcaldía de La Paz.

Se alista una Ley de Patrimonio

Un proyecto de Ley de Patrimonio Cultural esperaba en 2007 la aprobación del entonces Congreso, hoy no se sabe qué sucedió con aquella iniciativa. Para subsanar la ausencia de esta normativa, el Ministerio de Culturas prepara un borrador que será compartido con organizaciones en este mes.

Para la jefa de la Unidad de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Culturas, Lupe Meneses, este cuerpo legal es vital para marcar las directrices en el rubro. “Es importante para proteger el patrimonio cultural y, asimismo, crear acciones para la conservación y salvaguarda de los patrimonios material e inmaterial”.

El director del Museo Nacional de Arte, Édgar Arandia, quien ocupa interinamente el cargo de secretario ejecutivo de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, señala que esta ley es la herramienta que falta para frenar el saqueo a la cultura. “Bolivia es el único país de la región que no tiene Ley de Patrimonio, Ley de Libros y Ley de Museos”.

Meneses admite que en el pasado hubo algunos planteamientos que no recibieron aval congresal, pero adelanta que el Ministerio de Culturas prepara el anteproyecto de Ley de Patrimonio Cultural, además del Sistema de Gestión de Sitios del Patrimonio Cultural, para lo que se realizará un ajuste de la base de datos de bienes muebles, inmuebles y patrimonio inmaterial, y talleres para la presentación, metodología de catalogación y base de datos de gobernaciones, municipios y organizaciones sociales.

Y estos datos necesitan ser difundidos porque incluso hay instituciones que confunden el concepto de patrimonio. En 2010, por ejemplo, la Gobernación de La Paz otorgó el reconocimiento de Producto Turístico Constituido al local nocturno Alambra, en la ciudad de El Alto. “Nombraron patrimonio turístico a un lenocinio y esa es una muestra más de que nos falta información”, explica la investigadora y activista Cristina Bubba.

Patrimonio es la herencia recibida de los antepasados, expresada en bienes materiales o inmateriales, por lo que existe el patrimonio material y el patrimonio inmaterial.

“Necesitamos esta ley. Sólo tenemos una Ley de Excavaciones, pero ahora con la Ley de Autonomías, como Gobernación crearemos nuestras normas”, asevera Silvano Payllu, de la Unidad de Culturas de la Gobernación de La Paz.

La autoridad comenta que si el Ministerio de Culturas no incentiva ni emite la Ley de Patrimonio, el gobierno departamental elaborará su propio cuerpo legal.

Urge contar con una norma de protección

La única norma con la que contamos hoy para proteger el patrimonio cultural es la Ley 1927 del Monumento Nacional, con su reglamento, el Decreto Supremo 05918 de 1961, el más completo y relacionado con el patrimonio arqueológico, artístico, religioso y otros.

Éste reglamenta la prohibición, exportación y destrucción del mismo; establece un listado del patrimonio propiedad del Estado boliviano y la antigüedad. El listado es útil y requisito en caso de litigio sobre los bienes culturales ilícitamente exportados, como los textiles de Coroma.

La ley y su reglamento han quedado a la fecha obsoletos, debido a que, entre otros, no toma en cuenta otros patrimonios, como el intangible, ni el etnológico.

Varios fueron los intentos por una normativa que los incluya. En tanto, se emitieron 270 leyes y decretos supremos, muchos de un solo artículo, que declaran patrimonios a monumentos, sitios arqueológicos o arquitectónicos, danzas y otros; sin reglamento la mayoría de ellos, debido a que no hay una ley marco que establezca responsabilidades gubernamentales, departamentales y municipales, para hacer efectiva dicha declaración.

Además la nueva ley debe resolver algunas contradicciones que tiene la actual Constitución Política del Estado (CPE), como la falta de prohibición a la exportación del patrimonio. El artículo 99 de la CPE, establece: “El patrimonio cultural del pueblo boliviano es inalienable, inembargable e imprescriptible”, sin mencionar la prohibición de exportación que sí establecen las constituciones precedentes.

Es también importante que la nueva ley determine con precisión la propiedad del patrimonio. La CPE, en su artículo 99 inciso III, dicta que éste es: “La riqueza natural, arqueológica, paleontológica, histórica, documental y la procedente del culto religioso y del folcklore, es patrimonio cultural del pueblo”. Sobre el patrimonio intangible, en el artículo 100 inciso I, dice: “Es patrimonio de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos: Las cosmovisiones, los mitos, la historia oral, las danzas”. Cada categoría tiene un dueño diferente, por tanto, la ley debe resolver esta contradicción y responsabilizar al Estado por el cuidado del patrimonio y fijar las obligaciones de cada uno de los dueños para una efectiva protección.

2.500 obras incautadas están bajo candado



Unas 2.500 obras artísticas que fueron recuperadas de manos de traficantes —entre pinturas, piezas líticas, retablos, tejidos y otros tesoros históricos— son resguardadas en el depósito del Museo Nacional de Arte desde 1998, mientras se espera una orden legal para exhibirlos o que los juicios contra los involucrados lleguen a buen término.

“Todas están siendo auditadas, pero ni siquiera las podemos mostrar porque la norma no nos lo permite. No nos pertenecen, sólo somos los depositarios circunstanciales”, sostiene Édgar Arandia, director de este repositorio ubicado entre las calles Comercio y Socabaya de la ciudad de La Paz, mientras observa cómo los técnicos del lugar limpian con delicadeza piezas que datan del siglo XVII.

Pero no es el único albergue de reliquias que intentaron ser trasladadas a otros continentes o que fueron repatriadas de otras naciones. Por ejemplo, en las bodegas del Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef), situado entre las calles Genaro Sanjinés e Ingavi, se encuentran en custodia 40 textiles potosinos de Coroma, traídos en los años 90 del siglo pasado desde Estados Unidos y Canadá, informa el director Ramiro Molina.

“Muchas de estas obras están aquí (en el MNA) porque los litigios contra quienes pretendían llevarlos fuera del país han prescrito”, añade Arandia. Mientras que Reynaldo Gutiérrez, encargado de Documentación y Catalogación del MNA, especifica que los objetos corresponden al menos a tres decenas de querellas que nunca acabaron. “Se encuentran en custodia, posteriormente se sabrá si pasan al Ministerio de Culturas o una parte se queda en este museo”.

El problema es que el acceso a estas piezas está restringido y solamente se puede abrir la puerta del depósito del repositorio para limpiarlas y brindarles restauración con una orden judicial, lo que provoca que éstas se hallen casi olvidadas y sean víctimas del paso del tiempo. No obstante, el ministro de Culturas, Pablo Groux, adelanta que se ha solicitado a la autoridad correspondiente la autorización para catalogarlas y conservarlas.

Especialización. El exfiscal Milton Mendoza y actual magistrado suplente del Tribunal Constitucional admite la retardación para la culminación de los procesos que involucran al tráfico de arte. “Los números hablaban que de 2005 a 2011 hubo 51 robos en los que respecta a patrimonio cultural y ninguno fue esclarecido. Éstos son datos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen”.

Una de las limitaciones con las que tropieza Bolivia para apurar estos juicios, de acuerdo con el análisis de Mendoza, es que no existen fiscales especializados en el rubro. Por ello, cuando se presenta un saqueo de piezas arqueológicas o de cuadros de una iglesia colonial, las denuncias son destinadas directamente a la división Delitos Contra la Propiedad de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.

“Como generalmente son robos, saqueos, por eso son fiscales de esta división los que instauran el proceso de averiguación, precisamente por la falta de especialización”, indica Mendoza. Similar opinión tiene la fiscal Mirta Gonzales. “No hay un fiscal asignado para este tipo de hechos; lo que se hace es sortear y, entonces, el Ministerio Público determina quién toma la investigación”.

Mendoza opina que los fiscales especializados en patrimonio cultural deben conocer, por ejemplo, el perfil de los delincuentes que saquean centros arqueológicos, templos coloniales, y los medios con los que operan. “No hay que olvidarse de coleccionistas que promovían estos robos y los mercados a donde llegan”. Y el común denominador es que el Estado, generalmente, no hacía el seguimiento de los litigios y provocó que varias de las denuncias “se caigan” o que los acusados demanden su extinción.

El artículo 223 del Código Penal determina que: “El que destruyere, deteriorare, sustraiga o exporte un bien perteneciente al dominio público, una fuente de riqueza, monumentos u objetos del patrimonio arqueológico, histórico o artístico nacional incurrirá en privación de libertad de uno a seis años”.

“Lo máximo que las reparticiones de patrimonio hacen es denunciar el caso al Órgano Judicial y esperar, pero como todos estamos esperando resultados, el único resultado es el rechazo a la denuncia”, sintetiza el jurista Mendoza, quien plantea una catalogación nacional de los bienes culturales y que la flamante Procuraduría General tome cartas en el asunto. “Está llamada a ello porque se trata de patrimonio cultural del Estado”.

Dos normas clave contra el tráfico de bienes culturales

Artículo 223 del Código Penal (Destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional): “El que destruyere, deteriorare, sustraiga o exporte un bien perteneciente al dominio público, una fuente de riqueza, monumentos u objetos del patrimonio arqueológico, histórico o artístico nacional incurrirá en privación de libertad de uno a seis años”.

Artículo 5 del Reglamento de Excavaciones: “Quienes destruyan monumentos y reliquias prehispánicas, mediante excavaciones clandestinas, serán detenidos por la Policía”.

Un peruano intentó enviar dos chullpas

Durante tres meses, la presencia de dos cráneos precolombinos en la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol) tuvo en zozobra a sus empleados. Unos les atribuían la aparición de enfermedades y otros creían que portaban maldiciones, después que un peruano intentó enviarlas por correo a Francia.

La historia comenzó el 11 de agosto de hace dos años, cuando las dos chullpas revestidas como máscaras de yeso habían sido empaquetadas por Luis Carlos Tipati Rojas para despacharlas hasta la capital francesa: París, al domicilio de Anette Huc. Sin embargo, el aparato de rayos X de la institución detectó que había algo raro en el paquete de cartón y, por eso, se convocó a personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) que, luego, se incautó el misterioso embalaje.

“Con datos falsos intentaron remitir dos chullpas a Francia. A simple vista parecían dos máscaras artesanales, pero se verificó que eran cráneos momificados o chullpas”, rememora Raúl Uría, jefe de la Unidad de Inspección de la Ecobol. Un grupo de expertos de la Policía llevó a cabo el análisis de laboratorio al revestimiento de yeso, ante la posibilidad de que porte algún estupefaciente en polvo, pero posteriormente desechó la hipótesis.

Por un tiempo, los fragmentos prehispánicos estuvieron en depósitos de la FELCC de la ciudad de El Alto y, luego, trasladados a las oficinas de la empresa de correos en la urbe de La Paz. “Después se dijo de todo y se intentó asociar la presencia de las dos chullpas con algunas cosas malas. Los funcionarios creían que se debían a ellas, pero creo que son simples comentarios”, añade Uría, consultado sobre la supuesta “maldición” de las piezas.

El teólogo andino Guiniol Quilla sostiene que restos arqueológicos, como las chullpas “tienen su fuerza, su espíritu y pueden causar enfermedades a los que las portan. Se comen a las personas poco a poco”. Cristina Bubba, investigadora y activista en protección de patrimonio cultural, manifiesta que Bolivia ha sido considerado como país de tránsito para sacar objetos históricos a naciones de otros continentes, por lo cual los mecanismos de control tienen que ser más eficientes.

Las chullpas fueron entregadas al Viceministerio de Interculturalidad y ahora se encuentran en el Museo Tiwanakota. Si no hubiera sido por la máquina de la Ecobol, hoy estarían en Francia. “Por esto del narcotráfico y de los actos de terrorismo se hace todo este protocolo de revisión”, explica Uría. Un caso de tráfico de objetos históricos que fue abortado.

Mafias de traficantes operan en Bolivia



El tráfico de bienes culturales no solamente opera mediante los huaqueros en Tiwanaku y sus alrededores, o en otras ruinas arqueológicas del país, también lo hace en complicidad de cuidadores y gente que habita cerca de santuarios religiosos coloniales, de acuerdo con informes de la Policía Internacional (Interpol) Bolivia, en tanto los mecanismos gubernamentales de protección a este patrimonio aún son endebles.

En agosto, las iglesias de Guaqui y Ocobaya en las provincias Ingavi y Sud Yungas de La Paz, respectivamente, sufrieron el hurto de reliquias, que generalmente van a parar al mercado negro. “Después del negocio de armas y el narcotráfico, el tráfico de bienes culturales es una de las formas más fáciles de obtener dinero ilícito en el mundo y los robos en templos coloniales y de objetos precolombinos son intensos”, dice el reconocido arqueólogo peruano Luis Lumbreras.

Control. La Interpol explica la primera falencia para que las reliquias bolivianas sean comercializadas ilícitamente. “No hay una buena fiscalización, efectiva, solamente se aplica el control social, como dicen los pobladores (de los sitios donde hay saqueos), y aunque les ayuda el Ministerio de Culturas, no es suficiente; por eso, cuando ellos encuentran alguna pieza antigua la venden a los extranjeros”, refiere el coronel Álex Ríos.

Como este patrimonio es precautelado por la Constitución Política, el artículo 331 del Código Penal castiga su robo con entre uno y cinco años de cárcel, y la pena se incrementa a entre tres y diez años si el delito es cometido con armas o encubriendo la identidad del agente, por dos o más autores o en lugar despoblado; mientras el artículo 223 dicta que: “El que destruyere, deteriorare, sustraiga o exporte un bien perteneciente al dominio público, una fuente de riqueza, monumento u objeto del patrimonio arqueológico, histórico o artístico nacional, incurrirá en privación de libertad de uno a seis años”.

Las estadísticas de la Unidad de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Culturas revelan que en los últimos 15 años hubo al menos 89 hurtos que provocaron la desaparición de 1.276 piezas patrimoniales. Si bien en 2011 se dieron cuatro desvalijamientos que se llevaron 32 objetos, en lo que va de este año se presentaron sólo dos casos (precisamente en Ocobaya y Guaqui), pero el número de reliquias extraviadas asciende a 115 (más datos en la infografía de estas páginas).

Si los traficantes de piezas arqueológicas contratan a campesinos para que escarben vestigios prehispánicos del subsuelo, de acuerdo con la Interpol y los arqueólogos Jedú Sagárnaga y José Estévez; en el caso de las capillas coloniales, los guardianes o “mayordomos” son los primeros sospechosos. La Interpol advierte que estos personajes son contactados por mafias para extraer las piezas y, luego, entregarlas a los “puentes” o “enlaces” que las llevan al cabecilla del clan, el anticuario o el coleccionista. La cadena cuenta con enlaces nacionales y extranjeros.

GUAQUI. Algo de eso sucedió en Guaqui entre la noche del jueves 2 agosto y la madrugada del día siguiente, o por lo menos eso se sospecha. Allí, la imagen del Tata Santiago, como sus devotos lo conocen, fue la víctima. Sólo el santo sabe quién le sustrajo 105 artefactos de platería, de aproximadamente 200 años de antigüedad. “Existe un detenido; sin embargo, parece que es difícil que podamos recuperarlos”, masculla, con bronca, el dirigente vecinal Eduardo Quispe.

El hecho aconteció una semana después de la fiesta patronal y además del guardián Ricardo Aguilar, las acusaciones apuntan al ciudadano peruano Teófilo Campos, que llegó el año pasado a la población con la supuesta intención de efectuar una biografía del desaparecido padre Sebastián Fancella, por lo que pidió ser alojado en la basílica mientras escribía el libro. “Decía que hacía entrevistas”, relata el dirigente cantonal Rogelio Ticona. Ahora, Campos está aprehendido en la penitenciaría de San Pedro, en la ciudad de La Paz.

El delito sucedió justo la noche en que Aguilar olvidó prender la alarma electrónica que posee la infraestructura. “No la he armado, me he olvidado, no he pensado que iba a pasar esto, hace años que estoy trabajando”, se defiende el hombre de 64 años, intentando buscar una explicación a lo ocurrido. Pero Ticona no tiene dudas de lo sucedido: “Han venido planificando (Aguilar y Campos), el mayordomo sabe por dónde van los cables. Los han cortado, el directo responsable es él”.

El párroco de la localidad, Celso Garcilazo, admite que fue “una imprudencia del mayordomo Aguilar”. No obstante, lo que pasó en Guaqui guarda los aditamentos del común denominador de los saqueos de bienes culturales. “Generalmente se realizan en complicidad con el portero o el encargado de la custodia de las iglesias y aunque tienen sistemas de alarma, las desactivan y justo ese día se olvidan de armarlas y se sustraen las piezas”, explica el coronel Ríos, de la Interpol.

Aguilar y uno de sus hijos son los vigilantes del templo durante 15 años y cada uno recibe Bs 300 por resguardar los tesoros eclesiásticos —dinero que es erogado por los ahorros del santuario—, porque las comunidades del municipio se negaron a enviar a sus pobladores para cumplir con esta tarea. Cuando Aguilar retornó la mañana del sábado 4 de agosto al sitio, según su relato, lo primero que vio fueron los cables arrancados de la alarma. Ahora es uno de los sospechosos y tiene que dar su declaración a la Fiscalía.

En 2001 se produjo el primer intento de saquear las joyas de la capilla, pero en esa ocasión la alarma cumplió con su deber y frenó el delito. Los ladrones huyeron temerosos de ser atrapados por los lugareños y dejaron una escalera y varias frazadas con las que pretendían llevarse los ornamentos de plata. Pero la historia cambió en agosto de este año. “Nos saquearon 80% de la platería y el retablo mayor”, afirma el religioso Garcilazo, que da gracias a Dios y al Tata Santiago de que los valiosos 60 cuadros coloniales no hayan corrido la misma mala suerte. A la par, maneja que los que dieron este golpe son los mismos que desvalijaron el templo de Laja, en la provincia Los Andes.

La Interpol devela que la red de internet es el soporte preferido por los traficantes para ofertar reliquias robadas. “Hay bandas internacionales que operan especialmente en Bolivia, Perú, Ecuador, por su riqueza cultural”, describe el coronel Ríos. El destino de estos objetos son los mercados negros que alimentan millonarias colecciones privadas o anticuarios o depósitos de personas en Canadá, España, Estados Unidos, Suiza y hasta Japón.

Marcelo El Haibe, de la Interpol-Argentina, explicó en octubre a la agencia AFP que los traficantes de obras artísticas históricas se mueven en Perú, Bolivia, Guatemala, Ecuador, Argentina, Chile y México porque existe mucha demanda en arqueología, arte religioso y paleontología, cuyo destino es Estados Unidos, Suiza, España, Alemania o Gran Bretaña.

Ante esto, Perú se alista a crear una policía de élite que luche contra este flagelo.

Bolivia también es un país de tránsito para sacar los objetos patrimoniales sustraídos en otras naciones de la región andina hacia otros continentes. Ello por la falta de control en las fronteras. No obstante, los delincuentes recurren a otros métodos para llevar a cabo sus fechorías; por ejemplo, hace dos años la Policía boliviana se incautó de una momia preincaica peruana, de unos 700 años de antigüedad, que pretendía ser enviada a un país europeo a través del servicio de correo.

Si bien expertos consultados sostienen que se debe apostar por una mejor vigilancia fronteriza, o diseñar una Ley de Patrimonio Cultural para hacer frente al tráfico en el rubro, o rearticular la idea de conformar una Policía Cultural, el ministro de Culturas, Pablo Groux, opina que un primer paso es registrar y catalogar los bienes culturales a nivel nacional. La Unidad de Patrimonio Inmaterial tiene una nómina que supera las 20 mil piezas.

Preocupaciones. Durante la festividad del 25 de julio, la seguridad se redobló en el templo colonial de la localidad de Guaqui, pero ningún lugareño pensó que los malhechores esperarían dos semanas para asestar el golpe que ha dejado preocupado y entristecido al pueblo. “Nadie es adivino para saber que esa noche (entre el jueves 2 y la madrugada del viernes 3 de agosto) vendrían los ladrones”, refiere el párroco Garcilazo.

La Policía, el Ministerio Público y el Ministerio de Culturas ya investigan el hurto; sin embargo, hay críticas al trabajo en las pesquisas. “Hubo un descuido de la Fiscalía y el investigador no estuvo pronto. Desde el 3 de agosto los esperábamos y recién a las cinco de la tarde del 7 de agosto llegaron”, reniega el dirigente Quispe, quien igual protesta contra la Alcaldía. “Les hemos llamado la atención porque deberían ser los primeros en ayudar y sólo dicen que van a ser parte coadyuvante”.

Román Mamani, otro dirigente cantonal, comenta que el alcalde Víctor Mamani —quien no pudo ser hallado por Informe La Razón—, coordina con autoridades para hallar las reliquias plagiadas. Mientras en la iglesia, el cura Garcilazo parece resignado a no volver a ver las piezas de platería del Tata Santiago y, por ello, manifiesta que ahora les toca a los devotos ayudarlo para reponer las joyas de las que se desconoce el paradero.

“No hay otra, los pasantes anteriores y los recientes igualmente están queriendo recomponerlas. Dios mediante quizás se puedan encontrar; sin embargo, ya no tengo muchas esperanzas. Por eso, lo único que queda es que la gente pueda contribuir”. El cura cree que el apóstol Santiago “está dolido”, pero igual los perdonará por esa profanación. “Ojalá que esa gente se arrepienta”, manifiesta.

La mañana del jueves 6 de octubre, cuando este medio visitó Guaqui, la alarma aún estaba siendo reparada en la capilla de esa población que junto con Ocobaya —donde se extraviaron una corona de oro, los remates de la cruz y tres piezas de plata de alto relieve del Señor de la Exaltación— son los únicos dos casos de robo de bienes culturales de este año.

Las escuelas deben dar el primer paso

Cuando los libros en las escuelas hablen un poco menos de arte griego y romano, y más “sobre nuestros pueblos originarios empezaremos a querer, respetar y conservar nuestro patrimonio”, opina el historiador argentino Fernando Soto.

El docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata y explorador sostiene que los niños deben ser los primeros en conocer sobre el patrimonio histórico. “Sin la intervención directa del Estado y sin un programa de concienciación que parta del colegio primario y secundario, desde muy temprano, la batalla contra este flagelo (tráfico de arqueología) no se ganará nunca”, explica Soto a Informe La Razón vía correo electrónico.

Para el estudioso, la herencia colonial juega también en contra. “Hay casi 500 años de autosubestimación y de un discurso que nos dice que esos objetos estarán mejor protegidos en museos del primer mundo”, añade el especialista.

Apunta sus dardos a la demanda que existe en otros países por piezas arqueológicas, y añade que solamente luchando contra esto se podrá combatir a los compradores de bienes culturales sustraídos en otras naciones. “El problema está en quienes demandan, que son siempre instituciones particulares muy poderosas económicamente”.

Admite, no obstante, que en los últimos años, en algunos Estados sudamericanos, se dieron pasos muy importantes para defender los patrimonios arqueológico y paleontológico. “Si lo comparamos con las políticas neoliberales de los años 90 (que no sólo vendieron piezas de nuestro pasado precolombino, sino pedazos enteros de nuestros países). Así todo, todo lo hecho sigue siendo insuficiente”, puntualiza el autor de varios libros, artículos y ensayos sobre arqueología en el continente sudamericano.

Al menos 300 bienes culturales se encuentran fuera del país

En 2006, Édgar Arandia, entonces viceministro de Culturas, y hoy director del Museo Nacional de Arte, realizaba un censo de las piezas arqueológicas bolivianas que se encuentran en el exterior. El primer diagnóstico reveló que “había al menos 300 fragmentos prehispánicos en otros países”, señala. Y tras ese intento, no se conoce de otro estudio similar.

Actualmente quedan dudas sobre la cantidad de reliquias que son exhibidas en otros continentes, de las cuales se requiere saber si son expuestas legalmente, con el consentimiento boliviano. Por ejemplo, el arqueólogo peruano Luis Lumbreras, uno de los más reconocidos en Latinoamérica, relata que una de las mejores muestras precolombinas de Bolivia se halla en la capital alemana: Berlín.

TIWANAKU. “Una de las mejores colecciones de arte boliviano prehispánico es la del Museo Etnográfico de Berlín, donde hay centenares de piezas estupendas”, añade el especialista que es catedrático de posgrado de Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú y que dictó un taller en la ciudad de La Paz a principios de octubre.

Arandia, que también funge como secretario ejecutivo de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, ratifica lo dicho por Lumbreras. “En Berlín exponían una piedra precolombina que representa el rayo, y en Dinamarca exhibían tabletas líticas”. Más aún, el experto peruano asegura, por ejemplo, que muchos trabajos sobre Tiwanaku se efectuaron en base a piedras de esa cultura que no se encuentran en Bolivia. “Gran parte de las publicaciones sobre Tiwanaku se sustentan en piezas que están en el exterior”.

Aparte, de acuerdo con datos del Ministerio de Culturas, son pocas las piezas recuperadas de manos de traficantes: hubo al menos 14 casos desde 1971. Ahora, esta repartición alista la solicitud oficial a Perú para recuperar piezas arqueológicas que pertenecerían a las culturas tiwanakota, wari e inca, y que se incautaron hace tres años en el vecino país, en un operativo que también involucra piezas históricas pertenecientes a Ecuador y al propio Perú.

Esta nación también está decidida a emprender una lucha frontal contra los traficantes de estos objetos, según la agencia AFP. El viceministro de Patrimonio del Ministerio de Cultura del Perú, Rafael Varón, comentó que en base a recomendaciones se elabora un plan para crear una policía de élite sobre patrimonio cultural como hay en Estados Unidos, Italia y Argentina, a capacitar a fiscales y jueces.

Ofrecen objetos en la internet

Vendo Keru (vaso) de Tiwanaku IV tardío. Pieza completa decoración plástica frontal doble (antropomorfa y zoomorfa), decoración pictórica en banda monocroma, motivos geométricos. Estado de conservación, regular a bueno (rob_colmil_lp@hotmail.com)”. La oferta está en www.mundo.anuncio.com.bo; la pieza se cotiza en $us 300. El exfiscal Milton Mendoza denuncia que se ofrecen supuestos objetos prehispánicos por internet.

Igual se comercializan objetos arqueológicos, una página boliviana es www.mercado.com.bo. En http://bo.clasificados.st/antiguedades se vende una cerámica antigua: “Vendo urgente piedra tallada inca de aprox.1500 años, por el análisis hecho por arqueólogos sé que es un símbolo fálico que representa el poder viril del hombre, tengo una imperiosa urgencia por salud de venderla, por eso espero una oferta”.


Video Reliquias a la venta en Tiwanaku



Ahorita esto puede ser 150... 150 dólares”. Así ofrece Zacarías Limachi una supuesta vasija precolombina de aproximadamente 30 centímetros de tamaño. Está sentado en el patio de su casa, a dos cuadras de las milenarias ruinas de Tiwanaku, en la provincia Ingavi de La Paz.

El habitante de la comunidad cercana de Huacullani es un conocedor de cerámicas prehispánicas, porque además es uno de los vigilantes del Museo de Tiwanaku, el más importante centro arqueológico de Bolivia. “¿Y estas chiquitas cuánto cuestan?”, pregunta el comprador y el hombre, que además porta el uniforme del repositorio, responde con tono de cautela. “Eso es 100 y el otro 50 (dólares)”.

El primer objeto tiene figuras zoomorfas y los otros dos son una vasija de unos 25 centímetros, sin dibujos, y una especie de plato pequeño. A mediados de septiembre, Limachi había ofrecido las tres reliquias a Bs 350, cada una. No obstante, ahora sus precios se han disparado hacia arriba. “¡Ya sabes pues jefe! No hay para comprar. No hay en venta ahorita, prohibido además es…”, se defiende el campesino al notar el interés del forastero.

Auténticas. La comercialización de estas piezas se encuentra prohibida por ley. El artículo 99 de la Constitución Política dicta que el patrimonio cultural del pueblo boliviano —las riquezas natural, arqueológica, paleontológica, histórica, documental, y la procedente del culto religioso y del folklore— es inalienable, inembargable e imprescriptible, y el Estado garantizará su registro, protección, restauración, recuperación, revitalización, enriquecimiento, promoción y difusión,

De acuerdo con Limachi, el trío de fragmentos que ofrece lo extrajo de su propiedad en Huacullani, a dos horas y media de Tiwanaku, población donde antiguamente se realizaron excavaciones arqueológicas. Sin embargo, el funcionario municipal se considera un tipo con poca suerte porque otros huacullaneños obtuvieron mejores piezas. “Han buscado en mi lugar y uno (de ellos) genial siempre ha sacado otra vasija, más que éstas”.

Él no es el único huaquero o excavador de la zona, personajes que escarban el suelo en busca de piezas fabricadas por los antepasados, para venderlas a turistas o coleccionistas. Son la punta de la cadena del mercado negro del rubro. Incluso hay lugareños que arman “museos privados” en sus domicilios con los objetos que rescatan; el costo para observarlos y visitarlos es de hasta Bs 10. E igual hay estafadores que ofrecen falsificaciones.

Los arqueólogos Jedú Sagárnaga y José Estévez coinciden en que la región es una veta de reliquias, ya que las excavaciones realizadas por los expertos sólo alcanzan a entre 5% y 8% del territorio donde se erigió la cultura tiwanakota, hace más de 3.500 años y hasta su enigmática desaparición en el siglo XII de nuestra era, de la cual hoy quedan vestigios a 70 kilómetros de la ciudad de La Paz, a 10 kilómetros de las orillas del lago Titicaca, a aproximadamente 3.485 metros sobre el nivel del mar.

El comprador que contactó a Limachi remitió a Informe La Razón fotos y un video (disponibles en www.la-razon.com) en los que se ve y oye al empleado edil mientras regatea por sus tres reliquias que, según el arqueólogo Sagárnaga, son originales con 90% de seguridad, o sea, fueron usadas por los tiwanakotas. “Dos de ellas son botellones que servían para llevar chicha y el platito se llama lebrillo; no es una tapa, sino un receptáculo, posiblemente de alimentos”, describe el especialista que, además, es miembro de la Sociedad de Arqueología de La Paz.

Tráfico. Este fenómeno se replica en otros lugares arqueológicos del país, de acuerdo con los expertos entrevistados. Por ejemplo, en las ruinas de Samaipata del departamento de Santa Cruz, donde existen huellas de las antiguas culturas mojocoya e inca. Allí se encuentra el denominado Cerro de los Cántaros, donde campesinos rescatan piezas milenarias —sobre todo cántaros de cerámica— para comercializarlas a visitantes (leer el apoyo de la página 6).

La inexistencia de una Ley de Patrimonio para que preserve y cuide estos objetos históricos retorna al tapete de la discusión y el Ministerio de Culturas alista un proyecto. Más todavía, ante la denuncia del comprador al que Limachi ofertó sus tres reliquias, Informe La Razón viajó a Tiwanaku y comunidades aledañas como Lukurmata y Huacullani, en las que confirmó que hay habitantes que no solamente ofrecen supuestas vasijas que datan de la época de la Ciudad del Sol, sino también armas presentadas como precolombinas.

Cerca del museo tiwanakota, en las tiendas que comercializan artesanías y otros souvenirs, igualmente se pueden encontrar puntas de flecha que fueron elaboradas antes de la llegada de los españoles. Al principio, las vendedoras eluden la conversación, niegan la existencia de piezas de este tipo. Pero cuando toman confianza, muestran lo que tienen oculto. Una de ellas exhibe dos proyectiles antiquísimos, uno blanco y otro oscuro. La cotización alcanza a Bs 50.

Con las imágenes en mano, el arqueólogo Sagárnaga —que trabaja en el Instituto de Investigaciones Antropológicas y Arqueológicas de la Universidad Mayor de San Andrés— presenta el siguiente diagnóstico sobre este hallazgo: “Una es de cuarzo lechoso y otra oxidiana negra. La mayor debe tener dos centímetros y un poco más de longitud y la otra, debe exceder el centímetro. Por su tamaño, morfología y materia prima corresponderían a piezas originales prehispánicas, que se usaban sobre todo en la caza”.

Más aún, el especialista se anima a asegurar que la procedencia es tiwanakota. “Estamos hablando de una antigüedad de al menos 1.000 años. Sin embargo, para constatar fehacientemente su originalidad como objetos precolombinos deberían someterse al análisis de laboratorio, lo que no hemos hecho ahora, pero me atrevería a decir que sí son originales”.

Tras dejar a la comerciante junto a sus dos puntas de flecha, un muchacho que trabaja transportando turistas en su bicicleta se acerca al periodista y oferta un pedazo de topo de cobre por $us 50. Es que el mercado negro de estas reliquias es un negocio floreciente en el municipio. “Sea un monolito de dos metros o una punta de proyectil de un centímetro, en ambos casos estamos hablando de objetos patrimoniales que no pueden estar en posesión privada y menos ser vendidas.

Es un delito y está penado por ley”, resalta Sagárnaga.

El panorama no cambia en la localidad de Lukurmata, a dos horas de viaje en coche, donde igualmente existen ruinas arqueológicas y lugareños que venden, a escondidas, fragmentos hallados en sus chacras, pequeñas tierras destinadas al cultivo. Tras preguntar a un campesino por artesanías tiwanakotas, éste duda y pide que lo esperen un momento. Ingresa a su domicilio de adobes y calaminas, y saca una pieza lítica redonda, de aproximadamente 20 centímetros de diámetro y un orificio al centro.

El arqueólogo Estévez acompaña a Informe La Razón en la visita, quien, sorprendido, avala la autenticidad del objeto y acota que fue esculpido en arenisca, el material con que los tiwanakotas forjaron varias de sus obras. Ya en la ciudad de La Paz, Sagárnaga revisa la imagen y coincide con su colega. “Es una maza que, con un mango de madera colocado en el hueco, servía como arma contundente. Es relativamente fácil de fabricar, pero dudo que el poblador que lo oferta conozca esa morfología que, sin duda, es precolombina”.

Pero en el rubro también existen réplicas que son presentadas como auténticas. Estévez denuncia la presencia de campesinos que diseñan piezas de barro y las guardan bajo tierra durante un mes o un año, para que tomen aspecto añejo y/o para desenterrarlas durante las visitas de turistas o de interesados en la compra de reliquias de la época tiwanakota. Este medio verificó ello en Huacullani, a dos horas y media de distancia de Tiwanaku.

En el poblado, una mujer de pollera oferta un cántaro y asegura que es prehispánico. “Deme Bs 300 y se lo lleva, porque es bien antiguo, es de los incas, y lo utilizó mi madre, mi abuela, la mamá de mi abuela”, intenta convencer, en aymara. Tras permitir una sesión de fotografías, revela que tiene otros objetos parecidos, aunque para acceder a ellos primero se tiene que mostrar el dinero. En la urbe paceña, Sagárnaga examina detenidamente las imágenes y concluye que el fragmento no es original. “El cántaro de Huacullani tiene una morfología común y recurrente desde hace siglos. Puede tener 500 años como también una semana. Me parece contemporáneo o a lo sumo colonial”.

Y los descubrimientos no terminan ahí. A pocos metros de la Alcaldía de Tiwanaku, en una tienda de abarrotes común y corriente, una anciana ofrece una supuesta “máscara inca” que, según ella, rara vez la muestra. La pieza de cerámica está envuelta en una bolsa negra y escondida entre botellas de cerveza, de Coca-Cola y otros productos. “Tengo otras que están en mi cuarto, pero ésta vale $us 150”. Al revisar las fotos, Sagárnaga sentencia que “es una imitación, parece de la cultura moche”.

El principal centro arqueológico es visitado diariamente al menos por 200 personas, cifra que se triplica los fines de semana. Tiwanaku vive del turismo y hasta en la fiesta de la localidad, que se celebra cada 14 de septiembre, la Puerta del Sol adorna las matracas de los morenos. Ese día, Informe La Razón viajó al lugar para notificarle al alcalde Marcelino Copaña que uno de los personeros del museo comercializa reliquias.

Pero Copaña se molesta cuando se le pregunta sobre la presencia de un “mercado negro” de piezas históricas en su municipio. “No creo. Eso es mentira, eso es falso, eso no creemos. Siempre ha dicho la prensa esas cosas, pero eso no es bueno. Yo quisiera que la prensa diga la verdad. ¡A ver! ¿Quién es esa persona? (que vende) ¡No!… ¡Mentira! Eso no existe. Es prohibido, prohibido es…”.

Un poco más calmado, agrega: “No pueden vender nada. Nadie puede vender nada hermano, nadie…”. Pero otra es la realidad cuando uno pregunta a pobladores por objetos antiguos. Y mientras una vieja leyenda indica que al portar éstas, uno se enfermará irremediablemente, lugareños afirman ser inmunes a maldiciones.

“A mí no me pasa nada porque soy de Tiwanaku”, dice una mujer tras mostrar la supuesta reliquia hallada en su chacra.

El Cerro de los Cántaros es otro sitio donde se encuentran piezas

A proximadamente a 30 kilómetros de las ruinas del Fuerte de Samaipata, en la provincia Florida del departamento de Santa Cruz, se ubica el Cerro de los Cántaros, en cuyas faldas es común hallar piezas precolombinas.

Enclavado en una zona de gran vegetación y casi inaccesible, el sitio debe su nombre a que desde hace muchos años aún se consiguen fragmentos de las culturas inca, mojocollas, omereques, chané y guaraní. “Se pueden hallar ollas, platos, vasos y otro tipo de utensilios de cerámica, además de hachas, restos óseos y piezas líticas (rocas)”, explica Richard Alcázar a Informe La Razón, arqueólogo que reside allí desde hace diez años.

Este espacio es junto a Floripondio, El Filo, El Toro, el cerro La Patria o Las Rueditas, lugares de gran riqueza arqueológica prehispánica y, por esa razón, no es extraño escuchar que hay traficantes que se proveen de estos valiosos fragmentos mediante los huaqueros o excavadores que se dedican a la búsqueda de estos artefactos para, luego, comercializarlos.

No obstante, Alcázar señala que los lugareños han tomado conciencia y ya no fomentan este negocio ilegal. “Aquí no hay mucho tráfico. Los sitios están protegidos y si los pobladores encuentran piezas arqueológicas, primero pasan por el museo y las dejan, o nos informan para que nosotros vayamos por la zona” y, posteriormente, se realice la verificación a través de pruebas de laboratorio y la consiguiente catalogación. Sin embargo, otras fuentes aseguran que, tal como ocurre en la localidad de Tiwanaku y comunidades aledañas, hay campesinos que ofertan a turistas las reliquias descubiertas en el Cerro de los Cántaros.

Solamente el 40% del área arqueológica de Samaipata y sus alrededores ha sido explorada, de acuerdo con el estudioso. “Hasta el momento tenemos unas 357 piezas encontradas en toda la zona media alta, los valles y las cercanías de Mairana”. En los últimos años, ha crecido la afluencia de forasteros para el solsticio del 21 de junio, y con ello, también se ha incrementado el deseo de algunos visitantes por llevarse algún “recuerdito” de Samaipata, lo que ha vuelto a poner en vigencia a los comerciantes de restos arqueológicos, comentan fuentes entrevistadas por Informe La Razón.

En 1998, el sitio fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés). Es el segundo espacio arqueológico más importante del país, después de Tiwanaku, un centro ceremonial de la cultura de los incas cuyo nombre en quechua significa “descanso en las alturas”. Allí se halla una roca de arenisca esculpida de 250 metros de largo por 60 metros de ancho, que la convierten en el más grande petroglifo del orbe, con figuras zoomorfas de serpientes y pumas.

Los monolitos de Tiwanaku tienen espíritus

Mi hijo está enfermo, el médico dice que está sano y el yatiri dice que es katja, se quejaba una mujer; preocupación que me permite recordar el pasado y dar una opinión para el futuro.

Cuentan que cuando las ruinas arqueológicas de Tiwanaku aún no fueron restauradas, por ahí pasaba una senda; en aquel entonces el primer monolito en estado vertical fue bautizado con el nombre de Fraile. Cierta noche, un campesino se recogía del pueblo, ebrio con su botella de licor, tras haber jugado fútbol y festejar el triunfo. En el camino se chocó de frente con aquella estela vertical de piedra. Como en sueños, escuchó: Señor, señor levántate, anda a tu casa, por ahí es el camino y gracias por tu trago. A la mañana siguiente, despertó en su casa, y al no encontrar sus implementos deportivos inquirió a su esposa. Su respuesta fue categórica ante lo absurdo de sus preguntas. Decidió regresar tras sus pasos y encontró sus cosas perdidas al pie de aquel monolito y su botella rota. Desde entonces, en sus sueños, cada vez escuchaba: ¡Y gracias por tu trago! La persistencia de aquellas frases lo llevó en busca de los servicios de un yatiri.

En otra ocasión, don Lucas Choque, un yatiri, contaba que, cuando las ruinas estaban comenzando a recomponerse y aún no estaban cercadas, un muchacho se puso a jugar pateando a la Puerta del Sol, como si fuese un arco. Tras unos días de satisfacción, se revelaron los castigos. Se le encogió un pie, luego el otro, después los brazos, hasta que el jovenzuelo estaba hecho casi una bola. Los padres comenzaron con los correteos, interrogaciones y averiguaciones, ida y vuelta a la casa del amauta; hasta que al fin uno de los yatiris logró diagnosticar, gracias a la coca, la causa y pudo remediar el castigo.

La sabiduría andina enseña que ciertos elementos aparentemente inertes también tienen espíritu. Los monolitos no son esculturas hechas por un afán estético, tienen poderes. En ellos habitan espíritus ancestrales, por eso, los católicos exorcizaban y extirpaban idolatrías. Para el conocimiento tradicional son simples brujerías; y todavía la mayoría cree que los wak’as son supersticiones y supercherías. Aún los prejuicios y el colonialismo gobiernan a muchas personas.