EFE
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Cientos de feligreses visitan la imagen del Ecce Homo.
Poleras, crepés, pósteres y hasta falsos perfiles en las redes sociales con la imagen del Ecce Homo han recorrido el mundo las últimas semanas.
El fenómeno se dio a raíz de la restauración fallida que practicó la octogenaria Cecilia Giménez sobre el óleo de Elías García Martínez, que resguarda el Santuario de Nuestra Señora de Borja, de la localidad española de Zaragoza.
La imagen, que a raíz de la intervención quedó con el rostro desfigurado, causó tal repercusión que “la semana pasada encabezó las listas de lo más leído y más reenviado en las webs de diarios como Le Monde, el Telegraph o la BBC”, se lee en el diario español El País.
La noticia del destrozo del cuadro salió a la luz el 7 de agosto, en el blog del Centro de Estudios Borjanos, donde se documenta con fotografías la evolución de la obra. “El resultado de la intervención no sólo es catastrófico, borroso e irreconocible, sino que también se ha convertido en objeto de parodia, carne de fotomontaje”, detalla el diario español.
¿Pero qué causo toda esta atención? La iniciativa del internauta Javier Domingo, quien solicitó firmas, a través del sitio www.change.org, para el mantenimiento de la nueva versión del Ecce Homo de Borja.
En su petición, Domingo argumenta que “el osado trabajo realizado por la espontánea artista en el Ecce Homo supone además de un entrañable acto de amor, un inteligente reflejo de la situación política y social de nuestro tiempo”, se lee en el sitio.
Hasta el sábado, la solicitud alcanzó las 22.348 firmas y con éstas, manifiestos de internautas que cuestionaban el concepto de arte. “El trabajo y la dedicación de esta señora, su ilusión y devoción, tienen tanto valor o más como las del autor de la primera obra”, escribe en el muro del sitio Laura Gómez Salazar.
En otro de los comentarios se lee: “Ni Damien Hirst en sus mayores sueños hubiera imaginado tal repercusión mediática. Esta obra aglutina casi todas las tendencias del arte de vanguardia de una sola tacada”, afirma la usuaria Alegría Lacoma Lanau.
Sumado a ello, desde que la noticia repecurtió en las redes sociales, cientos de feligreses visitaron, hasta el fin de semana pasado, el santuario de Borja para fotografiarse con la pieza.
A la fecha, tal ha sido el fenómeno causado por este hecho, que el presidente del Centro de Estudios Borjanos, Manuel Gracia Arribas, informó que una universidad de Estados Unidos se ha puesto en contacto con ellos para “analizar este fenómeno desde el punto de vista sociológico”. Lo mismo que ha hecho una agencia de publicidad estadounidense pero para “analizar el impacto mediático”.
Pese al fenómeno, los custodios de la obra afirmaron que de no lograr la restauración de la pieza la cubrirán. Actualmente dos expertas analizan los daños en el Ecce Homo y emitirán un comunicado esta semana. “Es un trabajo muy complejo” porque es como “quitar la segunda piel sin estropear ni ésa ni la de abajo”, pero “intentaremos extraer y conservar las dos pinturas”, señaló el sábado a EFE la restauradora Encarnación Ripollés.
Causó revuelo global
Análisis En el transcurso de esta semana se concluirá el análisis químico de la pintura empleada por Cecilia Giménez, de 81 años, que acometió la restauración por su cuenta.
Poco trascendente La Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa) valora la restauración fallida como uno de los daños “menos trascendentes” que ha sufrido estos años el patrimonio de la comunidad, informó EFE.
Teoría El rescate de la pintura aún “es teoría” según los expertos porque “todo ello depende del estado de degradación de la pared” donde están superpuestas ambas pinturas.
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