Tal y como nos desvela Javier Sanz en el blog Historias de la Historia, ganador del Premio Bitácoras 2011 al Mejor Blog Cultural, todo ocurrió en 1831, cuando el Empédocles, un gran volcán submarino situado a 30 kilómetros al sur de Sicilia y cuyo pico se encuentra a pocos metros de la superficie entró en erupción y la lava expulsada por el cono volcánico formó un pequeño islote.
El 2 de agosto, cuando los materiales que formaban la isla, que tenía cuatro kilómetros de costa, una altura máxima de 60 metros y dos lagos interiores, apenas se habían terminado de enfriar, el capitán inglés Humphrey Fleming Senhouse ya había zarpado de la isla de Malta para plantar la bandera británica en el peñón y bautizarlo con el nombre de Graham Island.
Tan sólo dos semanas después, el 17 de agosto, un barco del rey Fernando II de las Dos Sicilias, que años más tarde se integraría en Italia, llegaba a la isla para arriar la bandera británica y reclamar su soberanía, cambiándole el nombre por el de isla Ferdinandea.
Finalmente, el 29 de septiembre, una misión científica francesa plantaba su bandera en el islote y lo bautizaba con el nombre de Ile Julia.
Esta situación estuvo a punto de crear un grave conflicto entre los tres estados que reclamaban la soberanía del islote. Sin embargo, la naturaleza evitó que se produjese una escalada de tensión, ya que la isla desapareció engullida por el mar el 17 de diciembre de ese mismo año.
La lava que escupió el volcán estaba compuesta por material fácilmente erosionable y la acción de las olas lo desgastó en apenas seis meses.
¿Submarinos de Gadafi?
Este islote volvió a protagonizar un curioso suceso más de siglo y medio después de su desaparición bajo las aguas.
En abril de 1986, la fuerza aérea estadounidense bombardeó Libia como represalia por la explosión de una bomba en una discoteca de Berlín frecuentada por soldados de su Ejército.
Mientras desarrollaban la operación, los aviones detectaron una misteriosa sombra bajo el mar al sur de Sicilia, que identificaron como submarinos del régimen de Gadafi.
Tras bombardearlos, descubrieron que eran los restos de esta isla, que, incluso después de haber desaparecido, parece marcada por los conflictos.
Los plátanos son mejores que las bebidas isotónicas
Científicos de la Universidad Estatal de los Apalaches (EEUU) revelaron que los plátanos y las bebidas isotónicas azucaradas mejoran por igual la resistencia y el rendimiento físico; pero recalcaron que las frutas tienen beneficios nutritivos adicionales. Concretamente, el plátano contiene fibra, potasio y vitamina B6, además de antioxidantes. Y los azúcares que aporta son más saludables, según el estudio publicado en la revista PLoS ONE.
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