Los neandertales incluían en su dieta vegetales, y no solo carne como se creía hasta ahora, según los descubrimientos realizados por un equipo internacional de paleoantropólogos que trabaja en el yacimiento arqueológico de la Sima de las Palomas, en la provincia de Murcia (sureste de España).
El director de la excavación, Michael Walker, presentó hoy en la localidad de Torre Pacheco, donde se encuentra el yacimiento, las evidencias encontradas durante la vigésimo-primera campaña anual de excavaciones en esa zona, en la que se han localizado restos humanos de hace al menos unos 50.000 años.
En ese lugar se han encontrado rastros de fitolitos (pequeños elementos minerales que solo contienen las plantas) en el sarro de los dientes de los cráneos descubierto, lo que demuestra que comían plantas, posiblemente semillas de gramíneas, según Walker.
En los trabajos de excavación colaboran antropólogos y arqueólogos de las universidades de California, Indiana, San Luis, Miami, Rutgers, Carleton y Nueva York (Estados Unidos); Nottingham, Reading, Leicester y Cambridge (Reino Unido), Sidney (Australia), Oslo (Noruega) y Vancouver (Canadá), entre otras instituciones.
Este año se han hallado tres grandes cantos rodados con el tamaño y la forma de una patata grande, que podrían haber sido utilizados para triturar materia orgánica o minerales para fabricar pigmento ocre.
Los restos redondeados, encontrados a mayor profundidad, son distintos a los encontrados en años anteriores, que tenían una forma más angulosa.
También se han localizado útiles paleolíticos musterienses y abundantes restos de huesos de animales, tanto de fauna mayor como menor, con señales de alteración por combustión, en una capa profunda de sedimento, lo que evidencia que el fuego se utilizaba en esta zona para "alimentarse o calentarse", aseguró Walker.
Los restos arqueológicos fueron descubiertos casualmente en 1991 y un año después comenzaron los trabajos de investigación, pero fue a partir de 2005 cuando comenzaron a encontrarse restos humanos.
Durante los siguientes cinco años se descubrieron unos 300 restos con conexión anatómica, incluidos cráneos y mandíbulas, pertenecientes a dos adultos y a un joven, que constituyen el más importante conjunto de restos fósiles de esa especie humana (Homo neanderthalensis) de todo el arco mediterráneo español.
Las investigaciones realizadas por este grupo de arqueólogos no descartan la posibilidad de que estos restos humanos, que se encontraron sepultados bajo piedras y lajas, fuesen cubiertos intencionadamente por quienes los enterraron, lo que podría evidenciar la existencia de ritos funerarios.
El primer esqueleto hallado estaba sobre una superficie que fue quemada previamente y en la que luego se colocó el cuerpo, que, como los otros restos humanos encontrados, no muestra señales de combustión.
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