Se trata de restos fósiles de animales bilaterales, que tienen una cara frontal, otra trasera, una región superior y otra inferior, diminutas lombrices que se desplazaban por el fondo marino de un océano que cubría lo que hoy son los departamentos (provincias) uruguayos de Cerro Largo, Treinta y Tres y Rocha, región próxima al Atlántico.
“Lo más importante es que se descubrieron los que vienen a ser los ancestros más antiguos. Los primeros animales que habitaron el planeta y fueron capaces de moverse, de trasladarse”, explicó Ernesto Pecoits, científico y autor principal del estudio, al diario El País. Los restos fósiles fueron hallados, tras diez años de investigaciones, en rocas de granito al sur de la ciudad de Melo, a 387 kilómetros al noreste de Montevideo.
Estudios realizados en Canadá determinaron que las rocas tenían una antigüedad de 585 millones de años y los fósiles de hasta 600 millones de años.
El hallazgo, del que da cuenta la última edición de la revista Science, se exhibe en el Museo de Paleontología de la Universidad de Alberta y próximamente se realizarán duplicados para enviar a Uruguay.
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