Judyth Sassoon, paleontóloga de la Universidad de Bristol (Reino Unido), notó síntomas de erosión en la articulación izquierda de la mandíbula del Pliosaurio, un problema que determinó el desplazamiento del maxilar inferior hacia un costado. La experta encontró evidencia de que el animal vivió con las mandíbulas dañadas por muchos años.
Al estudiar el esqueleto Sassoon concluyó que es posible que se trate de una hembra de edad avanzada, que desarrolló la artritis con el paso de los años y el envejecimiento.
?De la misma manera que los seres humanos que envejecen desarrollan artritis en las caderas, esta vieja señora desarrolló artritis en la mandíbula y sobrevivió con esta dificultad durante un buen tiempo. Pero una fractura en la mandíbula indica que en cierto momento este hueso se debilitó y eventualmente se rompió. Con este problema ya no debe haber podido alimentarse y esto la debe haber llevado a la muerte?, explica la experta.
Mike Benton, otro paleontólogo que colaboró con la investigación, afirma que este tipo de deformidades se ve hoy en día en animales vivos como los cocodrilos y ciertas ballenas. ?Estos animales pueden sobrevivir por años en tanto y en cuento puedan alimentarse, pero debe ser muy doloroso?, detalla.
DINOSAURIO
El fósil del Pliosaurio, que vivió durante el Jurásico superior, mide 8 metros de largo. Cuenta con una cabeza similar a la de los cocodrilos, un cuello corto y un cuerpo con forma de ballena que le permitía desplazarse rápidamente por el agua. Sus dientes medían 20 centímetros y la mandíbula era muy poderosa.
Los especialistas creen que estos dinosaurios se alimentaban de peces, calamares y otros reptiles marinos. Estaban al tope de la cadena alimenticia por lo cual ninguna otra especie se alimentaba de ellos.
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