Según recogió el diario oficial Shanghai Daily, las inscripciones por ahora sólo han sido vistas por expertos chinos, que se dividen entre los que creen que son palabras y los que piensan que se trata de algo más simple, aunque algunas de las marcas grabadas en restos de hachas se parecen a caracteres chinos.
En lo que coinciden por ahora es en que su estudio podría arrojar nueva luz sobre los orígenes de la cultura y la lengua china, que podría aparecer ahora, si se confirma que esos trazos son escritura china, casi tan antigua como las primeras escrituras humanas que se conservan, las mesopotámicas de hace más de 5.000 años.
Las inscripciones descubiertas ahora están en más de 200 objetos que han sido desenterrados del yacimiento neolítico de Liangzhu, en las cercanías de Hangzhou, capital de la provincia oriental china de Zhejiang, a 200 kilómetros de Shanghái.
Las piezas encontradas con inscripciones son parte de los miles de fragmentos de cerámica, piedra, jade, madera, marfil y hueso recuperados del yacimiento entre 2003 y 2006, explicó su arqueólogo jefe, Xu Xinmin.
Un grupo de académicos, arqueólogos y expertos en escritura china antigua se reunió para compartir sus impresiones sobre el hallazgo, y concluyeron que lo encontrado por el momento no es suficiente para demostrar la existencia en aquella cultura de un sistema de escritura desarrollado. EFE
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