domingo, 10 de marzo de 2013

Los extraños casos de los niños ferales

Se conoce como niños ferales o niños salvajes a aquellos que crecen sin la supervisión de humanos. Ya desde la mitología griega han ocupado un espacio importante en el mundo de la psicología y la historia.

En la mitología griega Zeus, “el padre de los dioses y de los hombres”, según una de las versiones legendarias, fue abandonado en la isla de Creta poco tiempo después de su nacimiento y fue criado por una cabra.

Del mismo modo, los famosos Rómulo y Remo, supuestos fundadores de la ciudad de Roma, fueron amamantados por una loba que los encontró a la orilla del río Tíber, según cuenta la leyenda.

Avanzando en la historia encontramos historias tanto reales como inventadas que ilustran perfectamente la problemática adaptación de los niños ferales o salvajes a la sociedad.

Uno de los casos más famosos es el de Víctor de Aveyron, un niño de 12 años encontrado en un bosque francés a finales del siglo XVII totalmente desnudo y magullado y que, aparentemente, no podía hablar ni respondía a estímulos sonoros. Una vez capturado fue estudiado a fondo por el médico Jean Marc Gaspard Itard, quien puso en marcha un programa educativo para el joven. La historia de este niño feral fue trasladada al cine en la famosa El pequeño salvaje, de Truffaut, en 1970.

Según el análisis sobre la historia del estudio del niño, desarrollado por Juan Delval de la Universidad Autónoma de Madrid, los niños salvajes han llamado la atención de los investigadores durante muchos años, sobre todo tras el análisis de Victor de Aveyron realizado por Itard. De hecho, su metodología e informes han tenido una gran influencia en otros autores como Seguin o Montessori.

Más casos de niños salvajes

Otro famoso caso de niños ferales es el de Amala y Kamala. Estas dos niñas fueron capturadas en 1920 cuando tenían alrededor de ocho y dos años en India y, según el misionero anglicano que las encontró, Joseph Amrito Lal Singh, las pequeñas habían sido criadas por una loba. Sin embargo, aunque su historia ha dado la vuelta al mundo, ha creado mucha controversia, pues la única fuente de conocimiento sobre las niñas es el propio misionero.

La temática de los niños salvajes se ha llevado bastantes veces al cine. El ejemplo más popular es la película El libro de la selva o Tarzán, de la que se han hecho varias versiones: desde versiones infantiles hasta clásicos filmes de aventuras. Un ejemplo reciente lo encontramos en la película Entre lobos, dirigida por Gerardo Olivares hace poco más de dos años. Esta producción retrata la vida del español Marcos Rodríguez Pantoja, que fue descubierto con 18 años en la provincia de Córdoba.

Según la trama, Marcos fue vendido a un pastor de cabras cuando sólo era un niño, pero su suerte cambió cuando el pastor que lo había acogido desapareció en el monte y nunca volvió a saber de él.

Marcos cuenta cómo vagó solitario por los montes cordobeses hasta que se encontró con una camada de lobos casi recién nacidos. Él, que sólo era un niño, jugó con los lobeznos hasta quedarse dormido y cuando la madre llegó para cuidar de sus cachorros, tomó a Marcos como uno más.

Los niños salvajes o ferales (como se les conoce por su adjetivo en inglés) han sido motivo de investigación y curiosidad a lo largo de toda la historia: desde la mitología griega hasta nuestros días.

La complejidad de su estudio y análisis así como la improbable posibilidad de encontrar alguna persona que haya sido criada por animales continúa alimentando las distintas teorías sociológicas sobre el papel de la educación y la etología humana.

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