Piotr Nawrot, director artístico del Festival de Música Renacentista y Barroca Americana Misiones de Chiquitos, informó acerca de este hallazgo realizado por Bismarck Reyes, coleccionista de antigüedades que hace un año, cuando revisaba documentos en un anticuario en Sucre, encontró esta valiosa colección. Reyes la compró y por un tiempo la conservó en su domicilio de Portachuelo. Recientemente, al darse cuenta de que no le iba a dar un uso adecuado, prefirió ofrecerlo a la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC), que en la actualidad la tiene en depósito.
“En primera instancia pensé que los manuscritos podían haber correspondido a las antiguas misiones de los Franciscanos, pero no era así. Después de revisar todo más a fondo, descubrí que pertenecieron al convento de las monjas adoratrices en Sucre. Los archivos contienen música de la época republicana, del siglo XIX y comienzos del siglo XX, escrita para coros de mujeres, algo muy importante para nosotros porque nos faltaba música de los claustros femeninos. La tienen en México y no era raro que también hubiera acá”, explicó Nawrot.
El sacerdote mencionó que los manuscritos se componen de misas polifónicas, letanías, himnos, villancicos y otras obras de música sacra que cantaban las monjas durante las liturgias en su convento. Son casi 400 páginas de música en seis tomos, entre ellos un libro para la fiesta de Corpus Christi y un libro con música para órgano.
“Es una colección voluminosa, no tanto como la de Chiquitos y la de Moxos, pero sí posee un gran valor porque viene a cerrar, de alguna forma, el cuadro. Nos faltaba esta parte en los archivos misionales. No obstante, hay muy poca música originada en Bolivia, tal vez alguna obra de la época republicana creada en territorio nacional, pero, sobre todo, es de Europa copiada en América para el uso del convento. En su mayoría, se trata de composiciones de autores europeos clásicos del Renacimiento”, comentó Nawrot.
Además de la música de Navidad incluida en los archivos, el musicólogo destaca, sobre todo, la presencia de piezas de Giovanni de Palestrina, compositor italiano que perfeccionó el estilo polifónico. Nawrot sueña con el día en que coros femeninos locales interpreten estas obras, pero antes que nada se debe concluir con la catalogación de los archivos.
El primer paso es efectuar el inventario, que se lo va a realizar inmediatamente concluya el Festival de Música Barroca y luego la catalogación. Después, los manuscritos que han quedado en custodia de APAC serán entregados al archivo de acceso común.
“Esos manuscritos no son de esta institución, pertenecen al pueblo boliviano. Después de que concluyamos el proceso de transcripción, serán para todo el que quiera utilizarlos”, añadió Nawrot.
Una vez que se terminen de catalogar todos los manuscritos que integran estos archivos, estarán en condiciones de ser interpretados en la próxima versión del Festival de Música Barroca. “Una de nuestras ideas es que se interprete la música para órgano en el majestuoso instrumento de la capilla Jesús Nazareno y las piezas especialmente creadas para coros femeninos”, finalizó Nawrot.
Adoratrices, católicas de vida consagrada
La congregación de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad nació en Madrid (España). Su primer núcleo se encuentra en el colegio fundado por María Micaela del Santísimo Sacramento, el 21 de abril de 1845, como consecuencia de la necesidad y desamparo en que se encontraban las jóvenes caídas en la prostitución y que la fundadora pudo conocer en sus visitas a las enfermas del hospital de San Juan de Dios.
El desarrollo de este primer colegio cristalizó la fundación del Instituto al unirse a la fundadora, el 3 de febrero de 1856, las primeras compañeras con intención de consagrarse a la vida religiosa.
La congregación se componía, a finales de 2006, con 161 casas y 1.418 religiosas. Está gobernada por una superiora general, asistida por cuatro consultoras, elegidas todas por el Capítulo General. Es religión no exenta.
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