Siguiendo con la comparación, “la preservación equivaldría a que un paciente se mantenga en forma con ejercicios y comida saludable; la conservación es cuando la persona recibe un tratamiento por algo leve, (que tiene cura y solución); y la restauración es como hacerle una cirugía a un enfermo (lo más grave, extremo y costoso)”, afirma.
Entre las principales causas externas que deterioran el papel están la humedad, la temperatura, la luz y también la manipulación del ser humano que puede contaminar el texto con hongos, esporas y otros microorganismos; es por eso que son muy importantes las normas de manejo y manipulación en centros que resguardan textos antiguos y valiosos.
“Todo depende de las condiciones climáticas para evitar que se reproduzcan los hongos”, dice Moreno y recomienda, ante esta situación, que las personas que manipulen estos documentos usen mandil y guantes.
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