jueves, 23 de mayo de 2013

Localizan casi 5.000 pinturas rupestres en el noreste de México

Casi 5.000 pinturas rupestres fueron localizadas en cuevas y cañadas de la Sierra de San Carlos, en el nororiental estado mexicano de Tamaulipas, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La arqueóloga Martha García Sánchez hizo el anuncio durante el Segundo Coloquio de Arqueología Histórica, que se realiza en el Museo Nacional de Historia "Castillo de Chapultepec" en Ciudad de México.

Refirió que fue en 2006 cuando se tuvo noticia de la existencia de dichas expresiones rupestres, y fue hace dos años cuando se inició el registro de las mismas.

Con apoyo del también arqueólogo Gustavo Ramírez, García llevó a cabo la investigación "Las pinturas rupestres del municipio de Burgos", que arrojó luz sobre 4.926 de tales manifestaciones realizadas por al menos tres grupos de cazadores-recolectores de la región: guajolotes, iconoplos y pintos, indicó el INAH.

No obstante, añadió, se tiene evidencia de que también se movían por la región de la Sierra de San Carlos y áreas aledañas los grupos cadimas, conaynenes, mediquillos, mezquites, cometunas y canaimes, entre otros.

García aseguró que, por desgracia, prácticamente no hay información de los grupos que habitaron las sierras de Tamaulipas; sólo se les conoce por los motes que les pusieron los conquistadores españoles, frailes y otros indígenas (principalmente del estado de Zacatecas) que los acompañaban.

Esos grupos escaparon al dominio español por casi 200 años porque eran indomables y "huían a la Sierra de San Carlos, donde tenían agua, plantas y animales para alimentarse, en tanto que los españoles no se metían a la sierra y sus cañadas", explicó la experta.

"Incluso en la Colonia se llegó a ofrecer 25 pesos por cada cabellera indígena o 60 por cada cautivo ´rescatado´, por lo que se sabe muy poco de sus lenguas, ritos y costumbres", acotó el INAH.

Las pinturas son de carácter antropomorfo, zoomorfo, astronómico y abstracto, y "su importancia radica en que con base en ellas hemos podido documentar la presencia de grupos prehispánicos en Burgos, donde antes se decía que no había nada", dijo García.

"La mayoría de estas pinturas tiene un grado de conservación impresionante", destacó.

A su vez, Ramírez señaló que hasta ahora no ha sido posible fechar las pinturas por falta de contexto, pero agregó que existe la posibilidad de tomar muestras de los pigmentos usados, "lo que permitiría hacer fechamientos aproximados por medio de análisis químico o de radiocarbono".

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