domingo, 11 de noviembre de 2012

Modelo de trabajo de Toyota se aplicó hace 2.200 años

Los artesanos responsables de los famosos Guerreros de Terracota trabajaron en un sistema sofisticado de organización similar al de la empresa Toyota, según un nuevo estudio.

“Lo que más nos interesaba para este proyecto era ir más allá de la constatación de las técnicas empleadas y tratar de hacer ‘ingeniería inversa’ para explicar cómo se organizó la fuerza productiva para construir una obra tan colosal y perfectamente estandarizada”, dijo Marcos Martinón-Torres, del Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres, UCL, quien dirigió la investigación.

Los Guerreros de Terracota datan de entre 210 y 209 a.C. y se encuentran en el mausoleo del primer emperador de China de la Dinastía Qin, Qin Shi Huang. Se creía que enterrando las estatuas el emperador aún tendría tropas bajo su mando en el más allá.

El estudio se centró en las armas de bronce que portaban los guerreros, “una colección extraordinaria que incluye cientos de espadas, alabardas, lanzas, lancetas... y 40.000 puntas de flecha para ballesta. De hecho, el siguiente paso es extender el estudio a los propios guerreros, para verificar nuestra hipótesis de que el modelo de organización del trabajo era similar al que hemos documentado para las armas”.

En lugar de un sistema similar a las líneas de ensamblaje asociadas a empresas como Ford, los artesanos se organizaron, según el estudio, en células productivas autónomas, que funcionaban en paralelo, permitiendo responder rápidamente y en forma flexible a las necesidades productivas.

Y este sistema podría contener lecciones importantes para la organización del trabajo en la actualidad.

Células autónomas

“Las flechas aparecen en grupos de 100, probablemente porque eran el contenido estándar de un carcaj (recipiente para transportar flechas) fabricado de material orgánico (el cual ha perecido a lo largo de los siglos). Desde el punto de vista formal, todas estas flechas son idénticas: su coeficiente de variación es inferior a lo que el ojo humano es capaz de distinguir”, explicó Martinón-Torres.

“Sin embargo, cuando analizamos su composición química pudimos comprobar que cada grupo de 100 flechas tenía una composición similar y ligeramente diferente a la del siguiente grupo, es decir, cada grupo es una remesa de bronce vaciado de un mismo crisol, sin mezcla entre remesas”.

Para el experto, eso indica que cada grupo de flechas en su carcaj se habría producido por completo en una misma unidad de producción”.

“Esto nos hace pensar que probablemente había varias células productivas más o menos autónomas y versátiles, funcionando en paralelo. Todas trabajando con los mismos estándares y control de calidad”.

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