lunes, 12 de marzo de 2012

Los caballos primitivos encogieron con el calor

A más calor, menor tamaño corporal y con temperaturas más bajas, mayor corpulencia. Los primitivos caballos, hace unos 55 millones de años, siguieron al dedillo esta regla en su evolución y adaptación a las condiciones del entorno, hasta el punto de que el Sifrhippus, el antecesor del caballo más antiguo que se conoce en el registro fósil, llegó a tener el tamaño de un gato doméstico (y menos de cuatro kilo de peso) al encoger durante una fase de calentamiento pronunciado del planeta.

Luego, cuando bajó de nuevo la temperatura del planeta, se hizo más grande. Lo interesante de la investigación realizada al respecto por unos científicos estadounidenses, no es sólo el cambio de tamaño de aquellos caballos remotos, sino que se produjera claramente asociado a un calentamiento (hasta cinco grados centígrados) y enfriamiento posterior. Ross Secord y sus colegas lo explican en la revista Science.
El Sifrhippus surgió en los bosques norteamericanos y pesaría algo menos de seis kilos. Pero en el período climático de la Tierra denominado Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, en el que subió la temperatura hasta cinco grados centígrados, ese animal disminuyó su tamaño un 30 por ciento . Fue hace 55 millones de años, y aquel intervalo de calentamiento duró 175.000 años. Cuando el clima se enfrió, el caballo primitivo aumentó de tamaño y ganó peso, hasta un 75 por ciento , alcanzando los siete kilos.

En muchos mamíferos se había observado esa correlación entre tamaño y temperatura, la denominada regla de Bergmann, pero no estaba claro si esa tendencia hacia animales más corpulentos en climas fríos y más pequeños en climas cálidos estaría directamente relacionada con la temperatura (un animal más voluminoso conservaría mejor el calor corporal que uno pequeño) o podría deberse a otros factores ambientales, como la disponibilidad de alimento.

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