sábado, 21 de julio de 2012

La vida sexual de Rafael Sanzio fue agitada

La “sobredosis” de sexo lo llevó a la tumba.

El célebre pintor italiano Rafael Sanzio cayó enfermo a causa de unas “fiebres violentas” producidas por los excesos derivados del sexo, según afirmó el artista y biógrafo Giorgio Vasari, en el marco de una exposición que repasa los últimos años de su producción artística en el Museo Nacional del Prado (España).
Raffaello Sanzio, también conocido como Rafael de Urbino fue un pintor y arquitecto italiano del Alto Renacimiento. Se interesó en el estudio y conservación de los vestigios grecorromanos.
Según Vasari, Rafael falleció el 6 de abril del año 1520 tras dos semanas de padecimientos, después de estar junto a su amante, hecho por el cual no habría duda con referencia a los relatos que existen sobre sus devaneos sentimentales y sexuales.
En una carta escrita a su tío Simone Ciarla en 1514, el propio Rafael se alegraba de su condición de soltero y de haber rechazado las distintas propuestas de matrimonio planteadas por su familia: “Respecto del matrimonio, respondo que estoy contentísimo y eternamente agradecido a Dios porque no acepté ni la primera [esposa] que me queríais dar ni ninguna otra (…) Estoy seguro de que jamás hubiera llegado a donde estoy, con 3.000 ducados de oro ahorrados en Roma”.
Con esto, afirma Vasari, se comprueba sin duda alguna que el joven Rafael prefería la libertad de la soltería, a quien lo consideran “una persona apasionada, muy aficionado a las mujeres y siempre dispuesto a servirlas”.
Vasari, asimismo, dio a conocer una anécdota muy esclarecedora que se produjo en la segunda década del Siglo XVI, cuando Rafael recibió el encargo de decorar varias estancias de la Villa Farnesina, propiedad de su amigo Agostino Chigi. “Los trabajos, para desesperación de Chigi, no parecían concluir nunca, pues el artista pasaba más tiempo entre las sábanas con su amante que usando los pinceles.
Para poner fin a aquella situación, Chigi tomó una decisión realmente singular; ordenó que la dama se trasladara a vivir a la Farnesina, de forma que al menos Rafael la tuviera cerca de su lugar de trabajo, y no perdiera tiempo con sus idas y venidas para estar con ella.
Esta anécdota podría parecer un chisme exagerado al que Vasari concedió credibilidad, pero lo cierto es que se conservan algunos documentos históricos que dan fe del carácter enamoradizo de Rafael. Así, en unos dibujos preparatorios de las pinturas que debía realizar en la Estancia de la Signatura, en los palacios vaticanos, el pintor dejó escritos varios poemas “picantes” dedicados a una anónima amante. “En pleno apogeo del movimiento romántico, los eruditos llegaron a la conclusión de que era Margherita Luti”, sostuvo.

IDENTIFICACIÓN DE LA JOVEN AMANTE. Aunque la hipótesis de los eruditos no cuenta con ningún tipo de respaldo documental, y por tanto no está probada históricamente, desde entonces se ha venido identificando a la joven como amante de Rafael, e incluso ha sido relacionada con dos retratos femeninos pintados por el artista. El primero de ellos es Retrato de una joven, más conocido como La Fornarina, precisamente por la tradición que la identifica con Margherita Luti y la segundo pintura es el conocido cuadro La Velata o Dama Velada.

6 de abril del 1520 falleció el artista italiano, tras dos semanas de padecimiento.



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