domingo, 9 de septiembre de 2012

El jade, algo más que una piedra preciosa

Desde tiempos prehistóricos el jade es considerado una piedra preciosa y su variada utilización en China y Mesoamérica antiguas está rodeada de diversos matices simbólicos.

Considerado la esencia del Cielo y la Tierra para los chinos, su denominación se refiere a dos minerales, jadeíta y nefrita.

En tanto, sus diferencias en textura, color y transparencia fueron equiparadas con virtudes humanas correspondientes a la benevolencia, la honradez, el ingenio, la fidelidad, así como la pureza y castidad en las mujeres. Para la nobleza fue símbolo de su posición y autoridad.

Las piezas confeccionadas con jade representan la tradición, cultura y religión de diferentes civilizaciones.

Características técnicas de su talla y variado uso en China y México antiguos son mostradas en la nación asiática en una exposición que estará abierta al público hasta noviembre próximo, en el marco de la celebración de los 40 años de relaciones diplomáticas entre los dos países.

La muestra arqueológica abarca unas 220 piezas, algunas incluso de hasta más de cinco mil años, o que tomaron décadas en hacerse, lo cual requirió de diferentes generaciones de artesanos.

Este verdadero tesoro que permite un acercamiento a milenarias culturas a través de un material común, también fue exhibido en la nación latinoamericana desde finales de marzo a junio pasado.

Miguel Báez, coordinador del proyecto por la parte mexicana de la exposición Esencia de la Naturaleza, el jade en civilizaciones antiguas de China y México, inaugurada a mediados de agosto último en Beijing, explicó a Prensa Latina por qué se centraron en ese material.

En su uso podemos encontrar una convergencia, un punto de partida con la cultura china -aunque también se tiene con la neozelandesa-, pero estas son obras que no se encuentran en otras partes del mundo por su rareza y que solo se hallan en estas áreas, acotó el experto.

Mientras, desde el punto de vista académico, dijo, representa una conexión importante mediante un material muy conocido en ambos países que permitirá mostrar además la carta fuerte de su nación que es el México prehispánico, aunque también es potente el histórico.

El objetivo de este primer proyecto de exposiciones es poder revelar algo más de lo conocido popularmente de nuestra nación, que son las pirámides o los grandes edificios, señaló.

La iniciativa acoge al jade como el punto de partida para una nueva relación entre los dos territorios y resulta de gran importancia por constituir un material muy precioso para chinos y mexicanos.

Si contamos los más de siete mil años de cultura de ese material en China y los cuatro mil de México, tenemos un proyecto de más de 11 mil años que el público podrá disfrutar, añadió.

De acuerdo con Báez, la exposición académicamente fue dividida en cinco temas, que abarcan la manera en que se trabaja, es decir, las técnicas tradicionales empleadas para su talla, a fin de mostrar sus diferencias, los utensilios y las herramientas utilizadas.

También trata los objetos de prestigio, los cuales, al portarlos, el usuario se convierte en un personaje importante, además de aquellos vinculados a costumbres funerarias, que son los de mayor valor dentro de las colecciones, porque algunos fueron excavados hace menos de 10 años en su país y tienen una fuerza e historia muy notables.

Báez, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, resaltó como un elemento interesante de esta muestra la forma en que los chinos han trabajado estos objetos por más de cinco mil años, mientras los mexicanos, con técnicas muy distintas, llegaron a tener más o menos iguales resultados: el mismo tipo de pieza, que es de donde se parte para hacer las comparaciones.

Sin dudas, esta exposición permitirá conocer más sobre el jade en China, donde no solo es considerado una piedra preciosa, sino también aún se usa mucho como amuleto para ahuyentar las desgracias y llamar a la buena suerte.



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