miércoles, 19 de septiembre de 2012

Historia de la cuchara

De orígenes poco precisos, el término cuchara proviene del latín cochleare. Según diversos artículos sobre este instrumento, que se los encuentra en la Internet, se puede decir que es uno de los instrumentos más antiguos de los que se ha valido la humanidad, tanto para comer como para servir.
Algunos expertos opinan que desde el Paleolítico los hombres ya utilizaban diferentes tipos de utensilios para poder tomar los alimentos (sobre todo alimentos pastosos o líquidos). Unas veces con forma de pala y otras con un poco más de concavidad.
Dependiendo de la zona geográfica donde estas primeras comunidades estaban asentadas, estos utensilios podían ser de diferentes materiales. Las comunidades asentadas al lado del mar solían utilizar conchas de moluscos. Las del interior se valían de cortezas, huesos y algunas otras materias primas que les eran más fáciles de conseguir. Cada grupo utilizaba lo que le era más sencillo conseguir.
En el Neolítico, según afirman los expertos, las comunidades asentadas en medios rurales, que vivían de la ganadería y la agricultura, elaboraban ya utensilios que les servían para cocinar, para llevarse líquidos a la boca o trasvasarlos.
Muchas de estas sociedades tenían como dieta básica alimentos esenciales como harinas, tomadas en forma de gachas, sopas o purés.
El diseño de las primeras cucharas, aunque todavía bastante rudimentarias, debido a la falta de herramientas de precisión, empezaban a tener una forma bastante parecida a la actual: una pala cóncava y un mango; los materiales más utilizados eran tallas de hueso, algunos tipos de piedra y arcilla cocida.

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