domingo, 23 de septiembre de 2012

Los neandertales eran coquetos

Sabíamos que eran presumidos, que se colgaban collares hechos con conchas e incluso se maquillaban. Ahora, además, sabemos que tenían otro elemento para adornarse: vistosas plumas de aves. Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que los neandertales empleaban las alas de aves rapaces y córvidos como ornamentación, teoría que refuerza la idea de que tenían pensamiento simbólico y los acerca más al Homo sapiens. Los resultados serán publicados en el próximo número de PLoS ONE.

El neandertal (Homo neanderthalensis) es una especie extinta del género Homo que habitó Europa y partes de Asia occidental desde hace 230 mil hasta 28.000 años atrás, durante el Pleistoceno medio y superior y culturalmente integrada en el Paleolítico medio. En un periodo de aproximadamente 5.000 años se cree que convivió paralelamente en los mismos territorios europeos con los hombres de Cromagnon, los primeros hombres modernos en Europa. Esta convivencia se ha demostrado por fósiles hallados en las cuevas de Châtelperron. Tenían el esqueleto robusto, pelvis ancha, extremidades cortas, tórax en barril, arcos supraorbitarios resaltados, frente baja e inclinada, faz prominente, mandíbulas sin mentón y gran capacidad craneal —1.550 centímetros cúbicos—. Vivían en grupos de unos 30 miembros.



Los resultados de este trabajo se basan en el estudio de los restos óseos de 21 especies de rapaces y córvidos encontrados en tres cuevas en Gibraltar. Los análisis indican que de 124 individuos, al menos 18 presentaban marcas de herramientas neandertales e incluso de dientes en las alas. “Estas extremidades están destinadas a funciones de vuelo, son muy ligeras y apenas tienen carne, por lo que creemos que no tenían un fin alimenticio, sino que empleaban las enormes plumas como ornamentación, tal y como siguen haciendo muchos pueblos indígenas en la actualidad”, explica el investigador Juan José Negro, de la Estación Biológica de Doñana.

Una práctica extendida



Los fósiles de Gibraltar proceden de diferentes estratos arqueológicos que abarcan miles de años y han sido comparados con datos de otros 1.700 yacimientos de Eurasia procedentes del Pleistoceno. Los resultados confirman que la manipulación de plumas por parte de los neandertales era una práctica extendida que, por ser las muestras más antiguas anteriores a la llegada del Homo sapiens a Gibraltar, no pudo ser una pauta aprendida de éstos.



“La ausencia de arte rupestre realizado por neandertales no significa que su capacidad cognitiva fuera inferior a la de nuestros antepasados. Simplemente empleaban otro tipo de materiales para expresar su pensamiento cognitivo, como las plumas”, añade el investigador del CSIC.

Grandes y oscuras

Según este estudio, los neandertales mostraban predilección por las aves planeadoras con grandes plumas de color oscuro, como el quebrantahuesos, el buitre leonado, el milano real y el águila real, entre otras.

Como posible causa de la elección de estas aves y no otras, los investigadores apuntan al hecho de que gran parte de las aves encontradas formaban parte de la vida diaria de los neandertales: eran carroñeras y rapaces, moradoras de acantilados escarpados cercanos a sus abrigos y cuevas. “Las plumas son objetos muy ligeros, aportan belleza y volumen. Fueron seleccionadas en la naturaleza, además de permitir el vuelo, como ornamento en las aves, por lo que es lógico pensar que los neandertales hicieran lo mismo”, concluye el científico Negro (ABC).

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